Lima. AFP. Los candidatos Alan García y Ollanta Humala cierran hoy en Perú una campaña electoral llena de improperios y pobre de ideas, en un clima de rumores y de incertidumbre sobre el resultado de la segunda vuelta electoral del domingo.
García, socialdemócrata del Partido Aprista, tiene previsto cerrar su campaña con un mitin en el centro de Lima bajo la consigna "o con (Hugo) Chávez o con el Perú", a modo de repudio a la intervención permanente del presidente de Venezuela en las elecciones peruanas.
Humala, nacionalista de izquierda de Unión por el Perú, se desplazará a uno de sus bastiones electorales, la ciudad surandina de Cusco, tras marcar distancias con el reiterado apoyo que le ofrece Chávez.
El final de la campaña llega con García como favorito, según los sondeos, aunque la ventaja que tenía de ocho a 20 puntos se redujo a solo cuatro puntos, de acuerdo con un simulacro de votación de la encuestadora Apoyo.
Entre tanto, circulan versiones sobre posibles desórdenes que estarían preparando los partidarios de Humala con el apoyo de decenas de asesores venezolanos que, según García, habrían ingresado a Perú, ante una eventual derrota de los humalistas.
"Los espías no se identifican, ni dicen que son activistas, pero lo real es que ha habido un arribo de 87 personas de Venezuela que llegaron en un avión a Tacna (sur)", dijo García ayer.
Añadió que con la interferencia permanente del mandatario venezolano, ese ingreso no es ajeno al apoyo económico y humano que ofrece Chávez a Humala, precisando que si sale elegido no permitirá que Perú se convierta en un "país títere dominado por el chavismo".
El congresista Javier Díez Canseco aclaró que quienes arribaron al país no son agentes secretos, sino médicos de Cuba y Venezuela que forman parte de un programa humanitario de atención oftalmológica a campesinos pobres, del cual tiene conocimiento el Gobierno.
El ministro de Defensa, Marciano Rengifo, confirmó el ingreso y dijo que se trataba de médicos que traían a personas operadas.
En todo caso, garantizó que se han tomado todas las medidas de seguridad para el domingo.
Humala, por su parte, se mostró seguro de su victoria electoral y subrayó que "jamás" ha hablado sobre un levantamiento popular el día de las elecciones.
Los nacionalistas, según dijo, están "hartos" de la violencia y optan por la paz y el respeto a los resultados electorales, a la vez que lamentó que la campaña no haya destacado por el debate de ideas.
"Me he sumergido en una cloaca, en esta piscina de... mejor no digo la palabra, pero lo he hecho porque queremos construir un nuevo país y una nueva distribución de la riqueza", dijo Humala.
Al tomar distancia de Chávez, Humala respaldó a su portavoz Carlos Tapia, quien en la víspera dijo que el presidente de Venezuela "debe irse al carajo" por su intromisión en asuntos peruanos.
"Estoy de acuerdo con Carlos Tapia", dijo tras enfatizar que como candidato no necesita "padrinazgos de nadie".
Ambos candidatos han negado acusaciones mutuas acerca de pactos de impunidad para favorecer al expresidente Alberto Fujimori, actualmente con libertad condicional en Chile y quien enfrenta un pedido de extradición de Perú.