El de la Iglesia es el último esfuerzo para buscarle una salida a la crisis, "la más grave desde la fundación de la república", según el analista Jorge Lazarte.
Toda la expectativa está centrada en la gestión de pacificación y consenso que encabeza la Conferencia Episcopal Boliviana con los poderes del Estado y que ayer convocó a sectores sociales.
El planteamiento eclesial tiene como eje el adelantamiento de elecciones generales.
Un fracaso de la Iglesia supondría el estallido de la violencia con dos escenarios posibles: un enfrentamiento civil o "surgen las Fuerzas Armadas y salen a las calles", vaticinó Lazarte.
Su colega Sebastián Urioste enfatizó que "la decisión va a tener que ser política" en momentos en que "la política está en las calles y no en las instituciones".