Buenos Aires. Argentina denunció a Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la “detención arbitraria y desaparición forzada” de un gendarme argentino detenido y acusado de “terrorismo” por la fiscalía venezolana, informó este jueves la Cancillería.
Argentina presentó la denuncia ante el tribunal con sede en La Haya por el caso de Nahuel Gallo, ocurrido “el 8 de diciembre de 2024 en la República Bolivariana de Venezuela”, señalando directamente “al fiscal general Tarek William Saab”, según detalló en un comunicado.
Para el gobierno argentino, esta detención constituye “una violación grave y flagrante de los derechos humanos, evidenciando un patrón sistemático de crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo en la República Bolivariana de Venezuela, los cuales se encuentran claramente bajo la jurisdicción de la CPI”.
Según las autoridades argentinas, Gallo, cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), de 33 años, fue detenido en Venezuela tras ingresar desde Colombia para visitar a su pareja y a su hijo de dos años, quien cumple años en enero.
Sin embargo, Saab aseguró en un comunicado el viernes pasado que Gallo había “intentado ingresar irregularmente (...) ocultando su verdadero plan criminal bajo el ropaje de una visita sentimental”.
Gallo será imputado por “conspiración” y “asociación para delinquir”, según el fiscal, quien confirmó a la AFP que el uniformado se encuentra recluido en Caracas.
El fiscal venezolano acusó a Gallo de planear “una serie de acciones desestabilizadoras y terroristas” y de contar “con apoyo de grupos de la ultraderecha internacional”.
Relación rota
La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, rechazó las declaraciones de Saab y afirmó que Gallo “ingresó a Venezuela en forma absolutamente legal y lo que no fue legal fue la forma en que lo secuestraron en la frontera”.
El canciller argentino, Gerardo Werthein, respondió al fiscal el viernes mediante un comunicado: “Su retórica vacía y sus agravios infundados no podrán ocultar la gravedad de este caso ni justificar las atrocidades que legitima desde su cargo”.
“El caso de Nahuel Gallo será llevado a todas las instancias necesarias hasta garantizar su liberación y demostrar que las violaciones a los derechos humanos no quedarán impunes”, añadió Werthein.
La relación diplomática entre el presidente argentino, Javier Milei, y su par venezolano, Nicolás Maduro, ya era tensa, pero terminó de romperse cuando el líder ultraliberal desconoció la reelección de Maduro el 28 de julio para un tercer mandato consecutivo de seis años.
Tras la ruptura de relaciones, la embajada argentina en Caracas es custodiada por Brasil. En esa sede diplomática se refugiaron en marzo seis colaboradores de la líder opositora venezolana María Corina Machado, acusados de “terrorismo”.
Uno de ellos renunció al asilo el 20 de diciembre y abandonó la embajada para ponerse a disposición de las autoridades. Los cinco restantes aún esperan un salvoconducto para abandonar el país.