Washington. El canciller argentino Gerardo Werthein exigió este miércoles al gobierno del mandatario venezolano Nicolás Maduro que conceda de manera “inmediata” salvoconductos para los seis opositores venezolanos refugiados en la embajada argentina en Caracas, durante un discurso ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
“El gobierno venezolano no solo ha negado los salvoconductos que permitirían su salida segura, sino que también ha adoptado acciones de hostigamiento totalmente inaceptables”, denunció el ministro por videoconferencia durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente, el órgano ejecutivo de la OEA.
El ministro no pudo asistir en persona a la sede de la OEA en Washington debido a problemas en el aeropuerto causados por inclemencias meteorológicas.
Seis colaboradores de la líder opositora venezolana María Corina Machado, incluida su jefa de campaña Magalli Meda, se encuentran refugiados en la misión diplomática argentina en Caracas desde marzo, acusados de “terrorismo”. Según el canciller, estos se ven sometidos a cortes de agua y de suministro eléctrico, restricciones en la entrada de alimentos y a la “constante presencia de fuerzas de seguridad en los alrededores de la sede diplomática”.
“No podemos permitir que la inviolabilidad de las misiones diplomáticas sea socavada ni que los asilados sean sometidos a una estrategia de desgaste físico y terror psicológico”, denunció.
“Exigimos la concesión inmediata de los salvoconductos para que estas personas puedan abandonar el país de forma segura y sin restricciones”, añadió el ministro.
La petición de Argentina contó con el respaldo de Canadá, Chile, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname y Uruguay.
Entre los firmantes destaca la ausencia de Colombia, México y sobre todo Brasil, que representa los intereses de Argentina desde el 1°. de agosto, cuando Venezuela rompió relaciones con el país sudamericano debido a su posición sobre las cuestionadas elecciones en las que Maduro fue proclamado presidente reelecto en medio de denuncias de fraude.
El embajador brasileño ante la OEA, Benoni Belli, tomó la palabra para afirmar que su país efectuó “múltiples gestiones” al más alto nivel con las autoridades venezolanas sobre los salvoconductos. El incumplimiento de la Convención de Viena “implicaría una violación grave del derecho internacional”, dijo. Según él, “las manifestaciones informales de las autoridades venezolanas sobre el tema” indican que la inviolabilidad de la sede diplomática “será preservada”.
Su colega mexicana Luz Elena Baños también intervino. La inviolabilidad de los locales diplomáticos y consulares “nunca debe verse comprometida como respuesta a desacuerdos en las relaciones bilaterales entre Estados”, sostuvo, pero abogó por “garantizar el adecuado ejercicio de la diplomacia, especialmente en estos tiempos turbulentos”.
Sin mencionar a estos países, el canciller argentino criticó lo que considera una política de “doble varas”. “Los derechos humanos no admiten doble varas. Los derechos se respetan o no se respetan; los derechos civiles se respetan o no se respetan; la libertad se respeta o no se respeta”, declaró.
Estados Unidos apoya presión contra Maduro
“No hay espacio para matices, los derechos no se condicionan ni se someten a negociaciones coyunturales. La legitimidad de esta organización y la confianza de los pueblos en el sistema interamericano dependen de la coherencia de nuestras acciones”, insistió Werthein.
“¿Vamos a permitir que se vulnere la inviolabilidad de las sedes diplomáticas?”, preguntó a los estados miembros de la OEA. “¿Aceptaremos que seis personas cuya única culpa fue ejercer su derecho a la disidencia sean sometidas a una persecución encubierta con hambre, sed, temor y terror constante?”, añadió. “¿Actuaremos ahora o esperaremos a que una tragedia ocurra para poder reaccionar?”.
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El ministro llamó a la OEA a “actuar con firmeza y unidad” porque es su “responsabilidad”.
Washington se sumó al llamado. Estados Unidos apoya que “la OEA aumente la presión sobre Maduro y sus representantes para resolver este impasse”, dijo su representante Thomas R. Hastings.
La sesión se celebró cuando falta un mes para la toma de posesión del presidente de Venezuela el 10 de enero. La incertidumbre es máxima. Tanto Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia, reconocido como ganador de los comicios por múltiples países, incluido Estados Unidos, y exiliado en España, prevén jurar el cargo.
“La historia nos juzgará no solo por lo que hacemos, sino también por lo que dejamos de hacer”, afirmó el canciller argentino.