En algunos actos de violencia y en operativos militares, murieron tres soldados y nueve militantes en la disputada región de Cachemira, dijeron funcionarios de seguridad de la India.
Hafiz Saeed, hasta la semana anterior líder de la organización islámica Lashkar-e-Tayyaba, fue arrestado el domingo en la noche en Islamabad mientras participaba en una reunión, dijeron funcionarios del ministerio del Interior. Fue acusado de incitar a la violencia.
Fue el arresto más significativo de un militante por parte de Pakistán desde la agudización de tensiones con la India tras el ataque del 13 de diciembre contra el parlamento, donde murieron 14 personas, entre ellas, cinco comandos suicidas.
El arresto trata de desactivar un estado de guerra potencial entre la India y Pakistán. Millares de efectivos militares de ambos países se han concentrado en la frontera.
El ministro de Relaciones Exteriores de la India, Jaswant Singh, dijo ayer que el arresto de Saeed y otros militantes era un paso en la dirección correcta, pero indicó que se requieren más acciones.
Queremos que Pakistán prosiga su tarea de manera más vigorosa, hasta que sea eliminado el terrorismo a través de la frontera, dijo Singh.
Sin embargo, Nueva Delhi no considera que Islamabad haya hecho todo lo necesario aún.