Ciudad de Guatemala. (AFP). Autoridades de Guatemala manifestaron este viernes preocupación por la matanza de ocho policías en el interior de una sede policial en el oeste de Guatemala , perpetrada la noche del jueves por presuntos narcotraficantes, la cual consideran una muestra preocupante del poder del crimen organizado.
El presidente Otto Pérez no descartó declarar un estado de excepción en el municipio de Salcajá, donde se registró el ataque, unos 200 km al oeste de la capital.
La noche del jueves, un comando armado asesinó a balazos a ocho agentes y secuestró al jefe de Policía del municipio, en una acción que Pérez atribuyó a narcotraficantes que operan en esa región, posiblemente vinculados al cartel mexicano Los Zetas o al de Sinaloa.
El mandatario afirmó que ese municipio es utilizado por narcos para realizar transacciones debido a la "tranquilidad" de que disfrutan y porque es aledaño a dos departamentos fronterizos con México.
De acuerdo con Pérez, en el operativo participaron entre diez y trece personas que se trasladaban en tres vehículos.
"No son unidades grandes que ameriten mover grandes cantidades militares, sino unidades de inteligencia", razonó el gobernante, quien dijo que analiza la posibilidad de decretar un estado de excepción para controlar las actividades del crimen organizado en la región en que se produjo el ataque.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Gerson Oliva, indicó que las investigaciones han determinado que los agentes estaban desarmados y que podrían haber sido colocados boca abajo y acribillados en el suelo.