Chilpancingo. Los cuerpos sin vida de 11 personas, incluidos dos menores y dos mujeres, aparecieron en una camioneta abandonada en una carretera que conduce al balneario mexicano de Acapulco, informaron autoridades locales este jueves.
El hallazgo se reportó la noche del miércoles. Tras conocerse, la fiscalía del estado de Guerrero abrió una investigación por “homicidio calificado”, señaló la institución en un boletín de prensa.
El vehículo estaba en una avenida de Chilpancingo, capital estatal, parte de la Autopista del Sol, la ruta más rápida entre Ciudad de México y Acapulco, un concurrido puerto turístico sobre la costa del Pacífico.
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Este hallazgo sigue a la desaparición de 17 personas, reportada el pasado viernes, entre ellas cinco menores y al menos dos mujeres, en la localidad de Chilapa, Guerrero. Estas personas habrían sido secuestradas por el grupo narcotraficante Los Ardillos.
La fiscalía detalló que personal forense trabaja en identificar los 11 cadáveres encontrados en la caja de la camioneta.
Sin embargo, estas labores avanzan con dificultad, pues los cuerpos fueron desmembrados, dijo a esta agencia una fuente de la fiscalía que pidió no ser identificada por no estar autorizada a declarar.
El viernes pasado, se hallaron otros tres cadáveres desmembrados dentro de un vehículo cerca de la sede de la fiscalía en Chilpancingo, mientras familiares protestaban para exigir rapidez en la búsqueda de los 17 desaparecidos.
Operativo de búsqueda
Según el general Pedro Nieto, jefe del destacamento militar de la zona, estas personas fueron secuestradas por una célula de Los Ardillos. El oficial anunció el despliegue de tropas para rescatarlas.
Las víctimas se dedicaban a la venta de mercadería en pueblos de la región.
Familiares de los desaparecidos acudieron este jueves al servicio forense de Chilpancingo al conocer la noticia del hallazgo de los cadáveres, constató esta agencia.
La fiscalía publicó fichas de búsqueda de estas personas y ofreció una recompensa para dar con su paradero.
Un primer grupo de diez pobladores, entre quienes había un adolescente, fue visto por última vez el pasado 22 de octubre, tras desplazarse a una comunidad rural de Chilapa, según explicaron sus familiares.
Cuatro días después, las madres de los menores, acompañadas por vecinos, salieron en su búsqueda, pero también se les perdió el rastro.
Guerrero, con una vasta cordillera y costas sobre el Pacífico, vive una escalada de violencia por luchas entre bandas que se disputan el control del tráfico de drogas y otras actividades criminales.
El pasado lunes, un comando armado asesinó a balazos a cinco miembros de una misma familia en una vivienda de una zona humilde de la periferia de Acapulco. Otras dos personas resultaron heridas.
El 6 de octubre, apenas seis días después de asumir el cargo, el alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, fue decapitado. La cabeza del funcionario, de 43 años, fue abandonada en el techo de un vehículo.
El 24 de octubre, un enfrentamiento entre presuntos criminales y militares en el municipio de Técpan de Galeana dejó 14 civiles armados muertos, quienes previamente habían asesinado a dos policías.
Desde diciembre de 2006, cuando se lanzó un polémico operativo militar antidrogas, se cuentan más de 450.000 muertes violentas y decenas de miles de desapariciones en México, según cifras oficiales.