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Un grupo de personas opositoras al Gobierno participaron este sábado en una manifestación convocada por la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD). (EFE)
Caracas
Las autoridades electorales de Venezuela anunciarán, este lunes, si la oposición podrá avanzar hacia un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, en momentos de creciente tensión política y descontento popular.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó este lunes a las 4 p. m. (hora de Venezuela) para pronunciarse y confirmar si la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reunió las 200.000 firmas requeridas para activar el referendo.
La coalición opositora exige celeridad. En su objetivo de que el revocatorio se realice este año, quiere empezar cuanto antes la segunda etapa: la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral), necesarias para que se convoque a la consulta.
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"El revocatorio es para que se acaben las colas, para que haya comida y medicinas, para que el dinero alcance, para que haya seguridad. Con Maduro no vamos a resolver la crisis, por eso tenemos que revocarlo", afirmó el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles.
Prisa opositora
La MUD acusa al CNE de ser aliado del gobierno y de retrasar el proceso para evitar que la consulta se haga antes del 10 de enero de 2017.
Ese límite es clave: si el referendo se realiza este año y Maduro pierde, habrá elecciones; pero si es revocado después de esa fecha, los dos años de mandato que faltarían los completará su vicepresidente.
Para revocar a Maduro, se necesita más de los 7,5 millones de votos con los que fue elegido en 2013. Según la firma Venebarómetro, 73,4% de los venezolanos reprueba su gestión y 64% de los electores votaría por sacarlo del poder.
El malestar aumentó en los últimos meses. Casi a diario ha habido protestas por falta de comida, pues la escasez de alimentos y medicinas alcanza el 80%, y no hay bolsillo que siga el ritmo de una inflación que fue de 180,9% en 2015 y está proyectada por el FMI en 720% para 2016.
El gobierno, que atribuye la crisis al desplome de los precios del petróleo y a una "guerra económica" de empresarios, asegura que no habrá referendo este año.
Su última jugada fue una petición al CNE, la semana pasada, para que anule a la MUD como actor político, acusándola de fraude en la recolección de las 200.000 firmas.
El propio Maduro demandó por fraude a la MUD ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) —al que la oposición también acusa de servir al chavismo—, lo que se sumó a miles de recursos legales interpuestos por el oficialismo.
"La determinación del pueblo es tan grande por el cambio que va a haber referendo. Lo que debe de haber no es un revocatorio, sino un 'revolcatorio'", dijo el jefe de la bancada opositora en el Parlamento, Julio Borges, quien espera un voto contundente contra Maduro.
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Si las primeras 200.000 firmas son validadas, se pasará a una segunda etapa en la que la MUD debe solicitar la fecha y puntos de recolección de cuatro millones de rúbricas, lo que el CNE podría definir en dos semanas.
Una vez recolectadas, habrá 15 días hábiles para contarlas y tres meses más para organizar la consulta.