NUEVA YORK (AFP) El banco de inversión Lehman Brothers se declaró el lunes en bancarrota y Bank of America compró de urgencia a Merrill Lynch, en un dramático nuevo capítulo de la crisis financiera estadounidense que derrumbó a las bolsas mundiales durante la jornada.
La Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco Central suizo inyectaron decenas de miles de millones de dólares en los mercados monetarios tras la caída de estos titanes bancarios bajo el peso del financiamiento masivo de malos préstamos.
Lehman Brothers, nacido hace 158 años, se acogió este lunes al capítulo 11 de la ley de quiebras, tras un fin de semana de frenéticas negociaciones que fracasaron en lograr un rescate.
En ese contexto, el Bank of America compró el banco de inversión estadounidense Merrill Lynch por 50.000 millones de dólares, un consorcio de diez bancos creó un fondo mundial de emergencia por 70.000 millones de dólares.
Por su parte, el gigante de los seguros AIG fue autorizado el lunes a tomar prestados 20.000 millones de dólares de sus filiales para evitar el colapso.
A pesar de que los bancos centrales intentaron enviar mensajes de calma, Wall Street registró una fuerte pérdida (Dow Jones -4,42% y Nasdaq -3,60%), aunque menor que la evidenciada en las bolsas europeas y asiáticas, que cayeron entre 3% y 5%.
En Latinoamérica, la bolsa de Sao Paulo, la principal de la región, se desmoronó, con una baja de 7,59%. La bolsa mexicana cerró con un descenso de 3,79%, mientras que la de Buenos Aires cayó 5,18%.
Las demás plazas latinoamericanas también registraron pérdidas: Santiago 0,54%, Perú 2,42%, Colombia 1,98% y Caracas 0,70%.
El dólar se estabilizó frente a la moneda única europea, a 1,4227 dólares por euro, mientras que el petróleo retrocedió para cerrar a 92,38 dólares en Londres y a 95,71 dólares en Nueva York.
Los títulos de Lehman en Wall Street se desmoronaron a solamente 0,24 dólar, una caída de 94%. Hace un año la acción se cotizaba en más de 60 dólares.
El presidente estadounidense, George W. Bush, aseguró que su gobierno se esfuerza por reducir el impacto de la crisis. "A largo plazo confío en la flexibilidad y resistencia de los mercados financieros y en su facultad para enfrentar esos ajustes", señaló en una declaración.
Las autoridades estadounidenses, que se comprometieron la semana pasada a inyectar 200.000 millones de dólares para mantener en pie a los organismos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, rehusaron en esta oportunidad dar dinero fresco para rescatar a Lehman.
Sin garantía del Estado, se echaron atrás los eventuales compradores de Lehman, que anunció deudas de 613.000 millones de dólares al 31 de mayo y activos por 639.000 millones.
La Fed realizó este lunes dos operaciones a 24 horas, prestando un total de 70.000 millones de dólares a los bancos, según el sitio internet del banco de reserva de Nueva York, encargado de las operaciones.
El BCE inyectó 30.000 millones de euros (43.000 millones de dólares) en los mercados monetarios tras el colapso de Lehman. El Banco de Inglaterra inyectó otros 5.000 millones de libras (6.300 millones de euros ó 9.000 millones de dólares) en mercados monetarios a corto plazo.
El secretario del Tesoro Henry Paulson aseguró este lunes que el sistema bancario es "sano y sólido" y que "los estadounidenses pueden estar muy, muy confiados en lo concerniente a sus cuentas bancarias".
Los analistas creen que la decisión de Lehman de ampararse en la ley de quiebras afectará a una serie de empresas que trabajaban con el gigante de Wall Street y podrían empeorar la contracción crediticia mundial.
A 50 días de la elección presidencial estadounidense, la crisis financiera provocó polémica entre los principales candidatos.
El demócrata Barack Obama pidió "reglamentación que proteja a los inversores y los consumidores", pero su rival republicano, John McCain, se mostró confiado en que "los fundamentos de la economía son sólidos".
En los distintas sedes de Lehman el aire era fúnebre, con los empleados debatiéndose entre la rabia y la tristeza.
"Bueno, hoy, voy a la oficina como siempre. ¿Qué vendrá después? Estoy seguro de que allí adentro hay mucha gente tratando de responder eso", indicó un joven antes de entrar a la oficina principal del banco en Manhattan, Nueva York.
Con la compra de Merrill Linch, Bank of America se convierte en la mayor empresa de servicios financieros del mundo.
La crisis estadounidense no parece tener un fin cercano. Según un gabinete de recursos humanos, los recortes de puestos de trabajo en el sector financiero deberían superar el récord de 2008, de más de 153.000.
© 2008 AFP