Washington
La Casa Blanca bloqueó el martes nuevos contratos de perforación petrolera y gasífera en regiones del Ártico y el Atlántico, en una apuesta de alto riesgo para evitar la exploración futura y atar las manos de Donald Trump cuando asuma la presidencia el 20 de enero.
Trump ha exhibido una estridente postura favorable al petróleo, por lo que el gobierno saliente de Barack Obama parece haber puesto en marcha una acción defensiva.
Obama anunció que estaba delineando franjas del Ártico y el Atlántico que estarán "indefinidamente fuera de los límites para futuras subastas de petróleo y gas".
El área de protección cubre una zona del Ártico, aproximadamente del tamaño de España o Tailandia y 31 cañones marítimos en el Atlántico.
Un alto funcionario del gobierno de Obama dijo que había una "base legal sólida" para la medida, y sugirió que Trump no podría revocar la decisión sin un acto del Congreso.
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La acción, basada en una ley de los años 50, fue tomada en tándem con el gobierno canadiense e introduce un dolor de cabeza adicional si Trump pretendiera revocarla.
Obama dijo en una declaración que las medidas "protegerían un ecosistema sensible y único".
También advirtió que los riesgos de derrames de petróleo "son significativos", y la capacidad de "limpiar de un derrame en las duras condiciones de la región es limitada".