Jerusalén. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el martes el ataque de misiles de Irán contra Israel de “grave error” y aseguró que Teherán “pagará” el precio de la agresión.
“Irán no ha aprendido una lección sencilla: quienes atacan al Estado de Israel, pagan un alto precio”, declaró.
“Irán cometió un grave error esta noche y pagará por ello”, afirmó Netanyahu horas después del ataque. “Quien nos ataca, le atacamos”, añadió, a modo de advertencia.
En un comunicado, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, prometió también castigar a Irán por el ataque.
El ministro se encontraba en el centro de mando y control supervisando la interceptación de los misiles iraníes durante el ataque.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, adelantó la madrugada del miércoles que la fuerza aérea de su país “seguirá bombardeando con fuerza en Oriente Medio”.
Poco después, el ejército anunció que realizaba bombardeos aéreos contra objetivos de Hezbolá en Beirut.
Una fuente de seguridad libanesa precisó que el ataque se realizó en los suburbios del sur de al capital libanesa, donde el ejército israelí había llamado a la población a evacuar.
Estados Unidos, que ayudó a su aliado a “derribar los misiles” iraníes, afirmó que quiere “coordinar” con los israelíes una respuesta a su archienemigo Irán.
“Estados Unidos apoya totalmente, totalmente, totalmente a Israel”, declaró el presidente Joe Biden.
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunirá de urgencia el miércoles para discutir sobre la escalada de hostilidades en la región, escenario de una guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza y de incursiones israelíes contra Hezbolá en Líbano.
Como estelas luminosas
Sirenas de alarma antiaérea resonaron el martes en todo Israel, que cerró su espacio aéreo durante el ataque, y se escucharon decenas de explosiones sobre Jerusalén. Los artefactos lanzados por Irán eran visibles por sus estelas luminosas.
El ejército israelí interceptó un gran número de misiles y afirmó que la República Islámica disparó unos 180 proyectiles contra el país.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, afirmaron que el ataque constituía una respuesta a la muerte del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá, la semana pasada, y a la del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, el 31 de julio.
En un comunicado, amenazaron con llevar a cabo “ataques demoledores” si Israel respondía a la ofensiva del martes.
También señalaron que apuntaron contra “tres bases militares alrededor de Tel Aviv”, en otro documento difundido por la agencia Isna.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo que el ataque de Teherán era “totalmente inaceptable” e instó a “todo el mundo” a “condenarlo”.
Israel libra una guerra contra Hamás en la Franja de Gaza en respuesta al ataque del grupo islamista palestino contra el sur de su territorio el 7 de octubre de 2023.
El ejército israelí también combate al proiraní Hezbolá libanés, que abrió un frente contra Israel en apoyo a Hamás, que gobierna Gaza.
Incursiones en Líbano
Tel Aviv también se vio sacudida este martes por un ataque con armas automáticas ocurrido en el barrio de Jaffa, que dejó seis muertos y nueve heridos. Los dos atacantes fueron “neutralizados”, indicó la policía israelí.
No es la primera vez que Irán ataca directamente a su archienemigo en los últimos meses. El 13 de abril, Teherán disparó cerca de 350 drones explosivos y misiles contra Israel, en respuesta a un bombardeo mortal que achacó a Israel contra el consulado iraní en Damasco, la capital siria.
La mayoría de los misiles habían sido interceptados por Israel con ayuda de países extranjeros.
El ataque iraní se produjo el mismo día en que Israel anunció operaciones militares terrestres contra Hezbolá en el sur de Líbano y tras una semana de intensos bombardeos contra el movimiento islamista, que causaron cientos de muertos.
Al menos 55 personas murieron y 156 resultaron heridas por el bombardeo israelí del martes en varias zonas de Líbano, informó el Ministerio de Salud libanés.
Un funcionario de seguridad israelí declaró que se realizaron incursiones de alcance limitado para “alejar las amenazas contra las comunidades civiles del norte de Israel”, objetivo de los disparos de Hezbolá.
Llamados a la desescalada
Los llamados internacionales a la desescalada se multiplican para evitar un guerra regional.
Desde el recrudecimiento de la violencia, más de un millar de personas murieron en Líbano, según el Ministerio de Salud.
El Centro de crisis libanés afirmó por su parte que más de 240.000 personas, tanto sirios como libaneses, huyeron a Siria desde el 23 de setiembre, cuando empezaron los bombardeos israelíes en Líbano.
En la Franja de Gaza, Israel continúa su ofensiva, iniciada tras el ataque de Hamás el 7 de octubre que dejó 1.205 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
La Defensa Civil palestina dijo el martes que 12 personas murieron en un bombardeo en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, y otras siete murieron en un ataque contra una escuela que albergaba a desplazados cerca de Ciudad de Gaza, en el norte.
El ejército israelí indicó a su vez que sus soldados dispararon contra decenas de sospechosos que consideraron como una amenaza.
Hasta el momento, la ofensiva israelí ha dejado más de 41.600 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza.