Lima. El presidente chino, Xi Jinping, llegó este jueves a Lima para reunirse con su homólogo estadounidense, Joe Biden, al margen de una cumbre Asia-Pacífico, marcada por el nerviosismo ante posibles guerras comerciales impulsadas por Donald Trump.
Xi aterrizó hacia la 1 p. m. (6 p. m.) en una base militar cercana a Lima, donde luego inaugurará el megapuerto de Chancay, una obra financiada por Pekín. Este sábado, se reunirá con Biden al cierre de la cita anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que agrupa a 21 economías y representa el 60% del PIB mundial. Biden también arribará este jueves a la capital peruana.
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Este tercer cara a cara podría ser el último entre los líderes de las dos superpotencias antes de que Biden entregue el mando a Trump en enero. El encuentro se desarrollará en medio de tensiones por el respaldo de China a Rusia en su conflicto con Ucrania.
Ambos líderes, quienes en su última reunión en San Francisco lograron acuerdos en temas antidrogas y de comunicación militar, participarán en la próxima cumbre del G20, programada para el lunes y martes en Brasil. La cita en Lima arrancó este jueves con reuniones ministeriales a puerta cerrada, donde asisten representantes de Japón, Corea del Sur, Canadá, Australia e Indonesia, entre otros.
Protagonista ausente
Xi inaugurará el megapuerto de Chancay junto a la presidenta peruana, Dina Boluarte. Ubicada a 80 km al norte de Lima, esta terminal, financiada por China a un costo de $3.500 millones, simboliza el peso creciente de Pekín en América Latina.
“Estamos dispuestos a practicar el verdadero multilateralismo, promoviendo un mundo multipolar e igualitario, con una globalización económica inclusiva y beneficiosa para todos”, escribió Xi en un artículo publicado en el diario oficial El Peruano.
Aunque no participa, el interés gravita en torno a Trump, el magnate republicano que regresa a la presidencia de Estados Unidos tras un triunfo contundente en las elecciones del 5 de noviembre, en las que su partido ganó el control del Congreso.
“Creo que lo único de lo que hablarán los líderes de la APEC y del G20 es sobre el único líder mundial que no está presente, Donald Trump”, sostuvo Victor Cha, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington. Las conversaciones se centrarán en las expectativas sobre la próxima administración Trump en temas de comercio, alianzas y otros asuntos, añadió el experto.
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Halcón para China
Como parte de su equipo diplomático, el presidente electo nombró este miércoles al senador republicano Marco Rubio, conocido por su postura dura contra China e Irán. Desde su creación en 1989, el foro APEC promueve el comercio libre de barreras, una visión contraria a la promesa de campaña de Trump de aplicar aranceles de hasta 60% a las exportaciones de China.
Esa retórica despierta temor de un aumento en las tensiones entre Washington y Pekín, justo cuando se prevé una desaceleración del PIB de la alianza Asia-Pacífico, del 3,5% en 2024 al 3,1% en 2025.
También miembro de APEC, México superó a China el año pasado como el principal socio comercial de Estados Unidos. Sin embargo, Trump amenazó con imponer aranceles del 25% a su vecino del sur si no frena la migración ilegal y el tráfico de drogas por la frontera.
El republicano planteó, además, la posibilidad de un “arancel general del 10% al 20% sobre productos extranjeros”, según Erin Murphy, investigadora del CSIS.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, decidió no asistir a la cumbre en Lima debido a la crisis diplomática que surgió tras la destitución del presidente peruano Pedro Castillo en 2022, quien permanece encarcelado. México no reconoció al gobierno de Boluarte.
Protestas
Lima desplegó alrededor de 13.000 efectivos policiales para proteger la tercera cumbre de APEC que organiza desde 2008. El Congreso peruano también autorizó el ingreso temporal de hasta 600 militares estadounidenses para colaborar en la vigilancia.
Bajo el lema “Empoderar, Incluir, Crecer”, la cumbre se celebra en medio de huelgas y protestas convocadas por transportistas y comerciantes en rechazo a la criminalidad. Los organizadores buscan aprovechar el evento para visibilizar su reclamo por la falta de acción gubernamental ante el incremento de extorsiones. Las manifestaciones se extenderán hasta el próximo viernes.