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Brasilia (AFP). Brasil recuerda hoy sábado la caída hace 20 años del presidente Fernando Collor de Mello acusado de corrupción, en momentos en que la corte suprema celebra un histórico juicio por la supuesta compra de votos legislativos en el gobierno del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva.
El 29 de setiembre de 1992, la Cámara de Diputados autorizó por 441 votos abrir una moción de censura contra Collor de Mello, el primer presidente brasileño electo por voto directo tras el régimen militar (1964-85).
Con apenas 40 años, Collor de Mello llegó a la Presidencia en 1990 con un pequeño partido, una estruendosa campaña y mensajes mediáticos con los que se impuso a los políticos tradicionales y a Luiz Inacio Lula da Silva, el obrero sindicalista que no sería presidente hasta 2003.
Desgastado por un plan de estabilización de la economía que puso a la población en su contra, Collor de Mello cayó dos años después en medio a manifestaciones de jóvenes con las caras pintadas, por denuncias de que su extesorero de campaña, Paulo Cesar Farías, había montado un sistema de corrupción.
Tras 180 días de proceso fuera del cargo y ser sustituido por el vicepresidente Itamar Franco, Collor de Mello renunció el 29 diciembre de 1992 cuando el Senado se aprestaba a votar su 'impeachment' (juicio político).
Dos años después, la Corte Suprema lo absolvió por falta de pruebas. En 2007 Collor de Mello volvió al Senado, donde fue redimido por los senadores que lo recibieron con los brazos abiertos y donde continúa como senador.
El 20 aniversario de la caída de Collor de Mello coincide con un histórico juicio en el Supremo Tribunal Federal de Brasil por corrupción, que implica a ex altos cargos del gobierno y del partido del expresidente Lula en 2005, acusados de crear una millonaria contabilidad paralela y comprar el apoyo de partidos aliados en el Congreso.
"Collor no cayó sólo debido a la corrupción, se metió en muchos conflictos simultáneamente, con la clase media, la prensa, los artistas, los militares, la industria, y gobernaba sin mayoría", dijo el especialista Carlos Melo al diario O Globo.
Para David Fleischer, politólogo de la Universidad de Brasilia, fueron casos diferentes.
"Lula nunca fue involucrado directamente -en las denuncias contra su partido-. No hubo la sensación de que los políticos se estuviesen enriqueciendo a costa del pueblo. Y la situación económica era mucho mejor", sostuvo Fleischer.