Washington. AFP. El presidente George W. Bush prometió ayer vetar cualquier legislación que demore un controvertido acuerdo que permite la operación de seis importantes puertos en Estados Unidos por una compañía de Emiratos Árabes Unidos.
Bush dijo que los legisladores estaban enviando "señales confusas" porque no dijeron nada cuando una compañía británica estuvo a cargo de los puertos, pero emprendieron una campaña en contra del acuerdo ahora que concierne a una firma de Oriente Medio.
La compra de seis importantes puertos en Estados Unidos por una compañía de Emiratos Árabes Unidos (EAU) desató una tormenta política ayer, cuando políticos estadounidenses pidieron la revocación del contrato y una empresa norteamericana inició un juicio para bloquearlo.
"Nuestra petición al Presidente es que suspenda de inmediato este contrato, que no le permita seguir adelante", dijo el senador demócrata Chuck Schumer, citando preocupaciones en materia de seguridad.
A menos que los legisladores logren evitarlo, la compra de los puertos por parte del operador portuario estatal de Emiratos Árabes Unidos, Dubai Ports World, por $6.800 millones, se dará por concluida el 2 de marzo.
Schumer y el republicano Peter King llamaron a Bush a revocar el trato aprobado por el comité de inversiones extranjeras del Departamento del Tesoro estadounidense (CFIUS), y declararon haber preparado una legislación que, si es aprobada por el Congreso, podría congelar el acuerdo.
"El Presidente tiene la autoridad de pasar por encima de CFIUS cuando quiera", dijo Schumer. "Si lo hace, dará tranquilidad a los estadounidenses", agregó.
Por otra parte, según medios estadounidenses, la empresa Continental Stevedoring and Terminals Inc., con sede en Miami, entabló una demanda contra el contrato.
Continental es una subsidiaria en Miami de la firma británica Peninsular and Oriental Steam Navigation Company. Por ello argumentó que la venta por parte de la empresa británica a la compañía árabe, la obliga a convertirse en un "socio involuntario" del gobierno de Dubai, en una transacción que "puede poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos".
El puerto de Miami es uno de los más transitados de Estados Unidos y el principal foco de la industria turística naviera. Los demás puertos incluidos en el trato están en Nueva York, Nueva Jersey, Baltimore, Nueva Orleans y Filadelfia.