Washington. EFE. El presidente de EE. UU., George W. Bush, afirmó ayer que Iraq no sufre una guerra civil, pese a que un informe del Pentágono constató el empeoramiento del conflicto por el aumento de la violencia sectaria.
El documento ha llegado en mal momento para el Presidente, pues está empeñado en una campaña de relaciones públicas que vincula el conflicto en ese país con la guerra contra el terrorismo, de cara al quinto aniversario de los atentados del 11 de setiembre del 2001.
Como parte de esa operación, el presidente reiteró su optimismo sobre el futuro de Iraq en su mensaje semanal de radio.
“Nuestros comandantes y los diplomáticos en el terreno creen que Iraq no ha caído en una guerra civil. Ellos informan de que solo un pequeño número de iraquíes está involucrado en la violencia sectaria”, señaló Bush.
Esta visión contrasta con el informe entregado el viernes por el Pentágono al Congreso de EE. UU, que dice que en vez de mejorar, las cosas en Iraq van a peor.
“Existen en Iraq las condiciones que podrían llevar a una guerra civil, especialmente en Bagdad y sus alrededores”, se afirma en el documento, aunque mantiene que ésta aún puede evitarse.
El número de muertes de iraquíes ha subido un 51% en los últimos meses, según el Pentágono.
De los más de 3.000 iraquíes que mueren o son heridos cada mes, 2.000 son víctimas de violencia sectaria, según el informe, que también revela que de los más de 1.800 cadáveres recibidos por el juez de instrucción en Bagdad en julio, 90% fueron por ejecuciones.
El informe concluye que una guerra civil entre sunitas y chiitas constituye la mayor amenaza para la estabilidad del país.
Campaña. A juicio de Bush, provocar un conflicto interno es precisamente lo que pretenden los “terroristas”. “Han lanzado una campaña sangrienta de violencia sectaria, con la que esperan llevar al país a una guerra civil”, señaló en su mensaje de ayer.
Sin embargo, el Presidente se alejó de la visión cruda presentada por el Pentágono.
Bush afirmó que la nueva operación para acabar con la crisis de seguridad en Bagdad mediante el despliegue de más soldados iraquíes y estadounidenses en algunos barrios, ha dado resultados “animadores”.
Remarcó que la presencia militar se ampliará a toda la ciudad próximamente, “hasta que el gobierno democrático de Iraq esté en control total de la capital”.
Habitualmente en la fecha de hoy el presidente de EE. UU. usa su espacio de radio para enviar un mensaje sobre el empleo y la economía, dado que mañana se celebra el Día del Trabajo en este país.
Sin embargo, la Casa Blanca quiso aprovechar la ocasión para continuar la campaña de relaciones públicas iniciada jueves con un discurso en Salt Lake City.
El martes está prevista otra intervención similar.
Por su parte, los demócratas han recibido el informe del Pentágono como una muestra de que los discursos de Bush sobre Iraq están lejos de la realidad del país.
“Al contrario que las declaraciones optimistas del Presidente...el informe deja claro que las perspectivas de una mejora en la seguridad en Iraq en un futuro inmediato son bajas”, dijo en un comunicado la líder demócrata, Nancy Pelosi.