Washington. AFP. El presidente George W. Bush y los republicanos corren el riesgo de perder su mayoría legislativa frente a los demócratas en las elecciones de noviembre próximo, cuya campaña se inició ayer al reanudarse la actividad en el Congreso estadounidense.
La oposición demócrata se beneficia con el 53% de la intención de voto al acercarse las elecciones parlamentarias del 7 de noviembre, contra un 43% para el partido republicano del presidente George W. Bush, según un sondeo publicado por la cadena CNN.
Los expertos, que siguen de cerca los últimos acontecimientos de la campaña, coinciden en que habrá una pequeña mayoría demócrata en la Cámara de representantes, mientras que los republicanos no perderían en el Senado.
Si las predicciones de los expertos ocurren, ningún partido estará en posición de imponer sus prioridades, el presidente Bush estará más debilitado que nunca, y la campaña presidencial para sucederle se abrirá inmediatamente.
Iraq. La Casa Blanca y los estados republicanos insisten en los temas de seguridad, a pesar de la impopularidad de la guerra en Iraq.
Cinco años después de los atentados del 11 de setiembre, la presidencia estadounidense publicó ayer una nueva “Estrategia nacional para combatir el terrorismo”, mientras que en el Congreso las cuatro semanas previas a las elecciones serán dedicadas a debates de defensa y seguridad.
“No es momento de adoptar el enfoque débil e indeciso propuesto por los parlamentarios demócratas”, aseguró recientemente el jefe de los republicanos en la Cámara Baja, John Boehner.
Pero decididos a que la política de seguridad no sea más su punto débil, los demócratas tienen en adelante como táctica responder inmediatamente a estos ataques, e iniciar la ofensiva, con el argumento de la criticada conducta en la guerra en Iraq.
Para transmitir el mensaje, la oposición prevé apelar categóricamente a la dimisión al puesto del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, con ocasión de una enmienda en el presupuesto de Defensa.
Más discretamente, la economía, la principal preocupación de los electores según el sondeo para la CNN, se anuncia como otro tema importante en la campaña.
Mientras que la mayoría de estadounidenses alaba el crecimiento económico y la creación de empleo, la oposición señala el estancamiento de los salarios y la injusticia de una política fiscal muy favorable para los más ricos.