Las leyes mexicanas determinan que las boletas sean quemadas tras ser certificado como tal un presidente electo en los comicios.
Sin embargo, Calderón, quien fue declarado el ganador de los comicios por una diferencia inferior al 0,6% de los votos la semana pasada, pidió al Instituto Federal Electoral (IFE) que se promueva el acuerdo necesario para preservar el material electoral.
La acción marca una de las pocas ocasiones en que el excandidato conservador ha concordado con el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien hizo una petición en ese mismo sentido.
López Obrador quiere que las boletas sean conservadas porque afirma que un fraude electoral y la intervención de Fox le robaron la victoria en los comicios.
Sin embargo, guardar las boletas no ayudará en forma alguna a López Obrador. El IFE rechazó la mayor parte de sus quejas y reconoció a Calderón como presidente, en una decisión inapelable.
A pesar de ello, Gerardo Fernández, vocero del Partido de la Revolución Democrática, de López Obrador, dijo que las autoridades deberían de realizar un recuento total de votos antes de destruir las boletas electorales.
Miles de simpatizantes de López Obrador levantaron un campamento de protesta en el centro de la ciudad de México. Ellos dicen que no reconocerán la presidencia de Calderón y planean crear un gobierno paralelo este fin de semana, en un acto encabezado por el propio López Obrador.
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