Mañana domingo, a la hora exacta de la muerte de Juan Pablo II, las 21:37 en Roma (19:37 GMT), su sucesor, Benedicto XVI, se asomará a la ventana de su estudio que da sobre la plaza de San Pedro para recitar el rosario en memoria del pontífice desaparecido.
Oraciones, cantos, lectura de textos y poesías de Juan Pablo II han sido programados durante la vigilia nocturna en la plaza de San Pedro, a la que asistirán unas 120.000 personas, entre ellas numerosos polacos.
La conmemoración continuará el lunes con una misa oficiada por Benedicto XVI en la basílica de San Pedro, en el Vaticano.
En Polonia, país natal del papa Karol Wojtyla, las ceremonias se iniciarán hoy con una misa en la catedral de Wawel, en Cracovia, celebrada por su exsecretario privado y actual cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de la ciudad.
Una misa para la beatificación del primer Papa eslavo de la historia, venerado por sus compatriotas, será oficiada mañana en la mañana en el santuario de Lagiewniki, mientras por la noche se le recordará con un viacrucis por las calles de Cracovia.
En América Latina, el continente más católico del mundo y que visitó con frecuencia en 18 viajes, le han dedicado misas en las catedrales y múltiples actividades.
En México, lo recordarán el domingo con una ceremonia curiosa: miles de espejos serán enfocados hacia el cielo como se hizo durante la última visita del Papa a este país, en agosto del 2002.
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