Chacaltaya, Bolivia. Reuters. Son tiempos duros para el centro de esquí más alto del mundo, a unos 5.300 vertiginosos metros por encima del nivel del mar en los Andes bolivianos. Su glaciar está derritiéndose tan rápido que la nieve sintética es considerada como la única forma de salvarlo.
Los científicos dicen que la reducida pista podría desaparecer totalmente en cinco años debido al cambio climático en el único centro de esquí que el pobre país suramericano posee.
"Este ha sido el peor año que hemos tenido. Es muy triste de ver", dijo Samuel Mendoza, del Club Andino Boliviano. "Queremos traer nieve artificial para poder seguir esquiando y que el deporte no muera en Bolivia".
En los lugares sombríos alrededor del refugio de piedra para esquiadores, sobreviven pequeñas porciones de blanco mientras que carámbanos de hielo gotean constantemente desde las vigas. Hacia abajo a la distancia, los techos de metal de la creciente villa El Alto brillan bajo el feroz sol andino.
Los sencillos medios de elevación de Chacaltaya datan de cuando el club fue fundado en 1939.
Respirar, al igual que esquiar, es difícil aquí, pero los curtidos deportistas de Chacaltaya dicen que el aire fino es una ventaja.