Una modificación constitucional que allana el camino al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para alterar la Constitución fue criticada el martes por juristas, analistas y activistas, quienes la consideran un paso hacia un “régimen dictatorial”, al carecer de “contrapeso”.
El Congreso, dominado por el partido del mandatario, aprobó el lunes alterar una norma constitucional para agilizar futuros cambios a la Carta Magna, los cuales ahora podrán ser ratificados por la misma legislatura.
Antes, la Constitución, vigente desde 1983, requería que toda enmienda fuera aprobada en un segundo periodo legislativo.
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Para que esta enmienda entre en vigor, debe ser ratificada por la nueva legislatura que se instalará este miércoles, lo que se presume que sucederá, dado que el partido de Bukele tendrá una amplia mayoría.
“El presidente tiene vía libre para impulsar las medidas que él desee, sin tener a nadie que le haga contrapeso”, señaló a la AFP el analista independiente Carlos Araujo, quien afirmó que Bukele podrá aprobar “reformas constitucionales a su antojo, sin análisis, sin discusión”.
En esa misma línea, el analista político y excomandante guerrillero, Eugenio Chicas, detalló a la AFP que, a su parecer, “el país se encamina hacia la consolidación de un esquema dictatorial de una mayor concentración de poder”, y lo que está sucediendo es un repliegue de los avances democráticos, establecidos por los acuerdos de paz de 1992, que pusieron fin a una guerra civil de 12 años.
La reforma, aprobada el penúltimo día del periodo del Congreso saliente, establece que los cambios podrán ser aprobados directamente “con el voto de tres cuartas partes” de los diputados.
En el nuevo Congreso, el partido oficialista Nuevas Ideas tendrá 54 (90%) de los 60 diputados.
Bukele fue reelegido el 4 de febrero con el 85% de los votos para un nuevo periodo de cinco años, favorecido por su “guerra” contra las pandillas, que devolvió la seguridad a las calles.
“Debilita la democracia”
El presidente del Congreso saliente, el oficialista Ernesto Castro, defendió la reforma al afirmar que “no se tocó ni se reformó el inciso del artículo 248 referido a la forma y sistema de gobierno”.
Por el contrario, el constitucionalista Francisco Bertrand Galindo indicó que la enmienda permitirá a Bukele “hacer un plan de acción de reformas” que “sin duda” aprobará el nuevo Congreso.
“Con una mayoría de ese nivel, puede hacer, por esa vía de la aprobación y ratificación, cualquier cosa”, dijo Galindo a la televisión local.
“La reforma constitucional aprobada debilita la democracia, debilita el Estado de derecho y también debilita la institucionalidad democrática del país”, declaró a la AFP Ramón Villalta, de la ONG Iniciativa Social para la Democracia.
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Tomar las riendas de los órganos estatales
El analista Araujo consideró que, con esta reforma, Bukele “ha tomado las riendas en los órganos del Estado” para su nuevo mandato, que comienza el 1.° de junio.
Por su parte, 11 organizaciones de la sociedad civil se declararon “preocupadas” por la reforma, pues estiman que conducirá a una “acumulación de poder” que dejará a los salvadoreños expuestos a “abusos por parte del Estado”.
Para el jefe de la bancada de Nuevas Ideas, Christian Guevara, es necesario “llevar adelante” reformas a la Carta Magna para “mejorarla y adaptarla” a los nuevos tiempos.
“Nosotros venimos aquí, porque es la demanda del pueblo salvadoreño, a cambiar las cosas, a refundar este país. Eso es lo que se necesita y eso es lo que vamos a hacer”, indicó, por su parte, el diputado Castro.