El candidato Bernardo Arévalo, el inesperado favorito que promete luchar contra la corrupción, encabeza el escrutinio del balotaje presidencial del domingo en Guatemala con el 80% de las mesas de sufragio contabilizadas, según el conteo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Arévalo cosecha el 59% de los votos mientras su rival, la ex primera dama Sandra Torres, el 35% en su tercer balotaje, según el conteo del TSE.
Los casi 3.500 centros de sufragio funcionaron con normalidad durante la jornada, sin que se reportaran "incidentes significativos", dijo la presidenta del TSE, Irma Palencia, quien afirmó que hubo un "porcentaje histórico de participación".
El escrutinio electrónico avanzó velozmente por tratarse de solo dos candidatos, a diferencia de la primera vuelta electoral.
Hijo de un mandatario que dejó huella, Arévalo genera esperanzas de cambio en un país sumido en la pobreza, la violencia y la corrupción, que inducen cada año a miles de guatemaltecos a emigrar.
Pero es visto con aprensión por la élite política y empresarial que dirige el país, acusada de corrupción. La Fiscalía ha intentado marginarlo para frenar su llegada al poder.
"La mayoría, creería que el 80%, tiene claro por quién votar para que la corrupción se acabe", indicó Luisa González, ama de casa de 46 años, al votar en una escuela.
Efraín Boch, camionero de 47 años del poblado indígena de San Juan Sacatepéquez, también pidió que el nuevo presidente "ataque la corrupción".
En su tercer balotaje, Sandra Torres contó con el apoyo silencioso del presidente derechista Alejandro Giammattei y de la poderosa élite empresarial aliada del gobierno.
Torres dirige la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), un partido de centroizquierda que en los últimos años ha girado hacia la derecha. Es socialmente conservadora, pero al mismo tiempo promete ayuda directa a los pobres, que representan el 60% de la población.
Por la tarde, Torres denunció "algunas irregularidades" durante la votación.
Desde el viernes la candidata ha puesto en duda el proceso de conteo de votos y pidió a la justicia que garantice la "transparencia" del balotaje. Además, denunció supuestas "acciones intrusivas" y "racistas" de observadores de la Unión Europea.
La Corte Suprema acogió su pedido y ordenó al TSE que "tome las medidas para garantizar [el correcto] ingreso de datos al sistema informático" y permita a los fiscales de cada partido tomar fotos de las actas de las mesas de sufragio.
"Lamento mucho esas declaraciones [de Torres] sobre todo porque son infundadas. No da pruebas, simplemente hace afirmaciones a secas y eso básicamente no fortalece el proceso", dijo a la AFP el analista político Edgar Ortiz.
Torres recibió también el apoyo silencioso de varios partidos de derecha, pastores evangélicos y la fiscalía, que ha tratado de ilegalizar al partido Semilla de Arévalo.
"Las fuerzas tradicionales han apostado por Torres, pues Arévalo es visto como un riesgo a la continuidad del sistema", dijo a la AFP el analista político Arturo Matute.
‘Transparente y pacífico’
La Corte Suprema anuló el viernes la orden de un juez de inhabilitar a Semilla.
No obstante, la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su “preocupación” por los planes de la Fiscalía de detener a dirigentes de ese partido tras el balotaje.
Sociólogo de 64 años, Arévalo es hijo del primer presidente elegido democráticamente en Guatemala, Juan José Arévalo (1945-1951), y promete seguir la senda de su padre con una fuerte agenda social y de cambio.
Además de la cruzada contra Semilla, la Fiscalía lleva adelante desde hace un par de años una campaña contra periodistas y funcionarios judiciales que combatieron la corrupción, y ha encarcelado o empujado al exilio a una treintena de ellos.
Analistas señalan que Guatemala vive un retroceso hacia el autoritarismo como reacción del establishment a la CICIG, un ente creado por la ONU que investigó la corrupción gubernamental entre 2007 y 2019.
En 2019 el entonces presidente derechista Jimmy Morales cerró la CICIG y Giammattei no quiso resucitarla.
"En Guatemala se desestabiliza la democracia desde instituciones carcomidas por la corrupción", dijo a la AFP el rector de la Universidad para la Paz de Costa Rica, Francisco Rojas.
‘Una Venezuela’
En un país fuertemente conservador y religioso, Arévalo y Torres descartaron legalizar los matrimonios igualitarios o el aborto, que solo está permitido si hay riesgo para la madre.
Sin embargo, la exprimera dama de 67 años asevera que su rival es ateo -aunque es católico como ella-, que quiere legalizar el aborto, las uniones entre personas del mismo sexo y las drogas. También llamó "huecos" (homosexuales) a los seguidores de Semilla.
Asegura que Arévalo planea hacer expropiaciones y que convertirá a Guatemala "en una Venezuela y en una Cuba".
Arévalo la presentó como "la candidata de la mentira y la desinformación".
Unos 9,4 millones de guatemaltecos estaban habilitados para elegir al sucesor de Giammattei, quien debe entregar el mando el 14 de enero de 2024.