Estados Unidos se cansó de esperar un cambio por parte del régimen autoritario de Daniel Ortega en Nicaragua y por eso decidió castigar las exportaciones del oro, una de las principales bases financieras que soportan a un Estado que “está violando los derechos y el orden jurídico de ese país”.
Así lo mencionó Ricardo Zúñiga, secretario adjunto principal de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de los EE. UU., en una conferencia de prensa con medios de comunicación centroamericanos.
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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y sus aliados políticos continúan utilizando las ganancias derivadas de la producción y la venta de oro para enriquecerse y pagar a quienes mantienen a un régimen en el poder que viola los derechos humanos del pueblo, así como a los ataques contra la democracia, dando por completo la espalda a sus compatriotas, según el funcionario.
“Estas nuevas autoridades avalaron apuntar a personas y entidades que operan en el sector del oro nicaragüense para sanciones. A los objetivos de estas sanciones, se les congelan sus activos en los Estados Unidos y se bloquearía cualquier transacción que tenga contacto con el sistema financiero de los Estados Unidos“, explicó Zúñiga.
¿Por qué sancionar la industria del oro?
Es probable que usted se haga esta pregunta: ¿por qué Estados Unidos pone su mira en la industria del oro en Nicaragua?
La respuesta es sencilla. Este sector es uno de los más prósperos de ese país.
Según datos del Banco Central, en los primeros 11 meses del 2021 ese país exportó casi $800 millones y este año cerrará con al menos $1.000 millones colocados en mercados norteamericanos, principalmente en Canadá.
La decisión anunciada por Estados Unidos ya repercute en la industria minera nicaragüense, pues este martes el Ministerio de Energía y Minas anunció que una compañía minera desistió de operar en el país.
Se trata de Calibre Mining, empresa que anunció que no participará en tres concesiones mineras en las que tuvo intenciones.
Según la agencia EFE, “el Ministerio hizo pública esa resolución en el diario oficial La Gaceta un día después de que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionara a la Dirección General de Minas”.
Estados Unidos recalca que este paso que dan es porque las autoridades en Nicaragua no quieren dialogar.
Zúñiga destacó que la falta de interés de Ortega por hacerse presente al diálogo “obliga a Estados Unidos a actuar”.
Además, dejó claro que las sanciones no están diseñadas para castigar al país vecino, sino, para ejercer presión y cambiar hacia un rumbo positivo.
“Las sanciones de hoy son necesarias y adecuadas”, añadió.
El sector del oro es una industria que beneficia de una forma desproporcionada al presidente de Nicaragua, a su familia y a sus aliados, dando paso para mantener el control autoritario del país.
Es importante recalcar que Estados Unidos es el mercado principal para el oro nicaragüense y que el oro es el que sostiene las exportaciones de Nicaragua, país que es el mayor productor de este metal precioso en Centroamérica.
El Departamento del Tesoro y el Gobierno estadounidense indicaron que de no ver mejoría con estas primeras sanciones que afectan directamente al régimen de Ortega, se tomarán futuras decisiones y acciones.
“Los continuos ataques del régimen Ortega-Murillo contra actores democráticos y contra miembros de la sociedad civil, y la detención injusta de prisioneros políticos, demuestran que el régimen siente que no tiene que respetar el estado de derecho”, declaró Brian E. Nelson, subsecretario del Tesoro para el Terrorismo y la Inteligencia Financiera.
La orden ejecutiva prácticamente hace que sea ilegal para los estadounidenses hacer negocios con la industria del oro nicaragüense. Es la primera vez que Estados Unidos se enfoca en un sector específico de la economía de Nicaragua.