San Salvador. Decenas de familiares de detenidos en el marco del régimen de excepción con el que el Gobierno combate a las pandillas en El Salvador, marcharon este martes para pedir su liberación, alegando su presunta inocencia.
Durante la manifestación realizada en San Salvador, los participantes portaron pequeños carteles con la foto de algún pariente detenido y lucieron camisetas blancas mientras se dirigían hacia la Casa Presidencial, cuyos accesos fueron bloqueados.
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María Gloria Sánchez, de 60 años, pidió la liberación de su hija Laura Maribel Pacheco, de 22, quien fue detenida por la Policía el 17 de abril en su casa, en una populosa colonia en la ciudad de San Martín, en la periferia este de la capital.
“La policía llegó a la casa, preguntaron por mi hija y la detuvieron sin explicar la razón; únicamente me dijeron a mí que era por eso del régimen (de excepción)”, dijo Sánchez a la AFP. Pacheco trabajaba en una maquila y sostenía a su madre.
“Duele porque ella no ha hecho nada malo, es inocente”, agregó Sánchez, quien contó que su hija guarda prisión en una cárcel para mujeres en el sector este de San Salvador.
“Libertad, libertad”, gritó por su parte Sebastiana Bermúdez, de 50 años, quien clamó por la inocencia de su hijo Irvin Alcides Amaya, de 28, detenido el 7 de abril. “A mi hijo lo llegaron a detener en su trabajo; él es panadero, y se lo llevaron acusado de (pertenecer a) agrupaciones ilícitas”, explicó Bermúdez a la AFP.
Lo único que sabe de él -dijo- es que se encuentra bien de salud en una prisión del sector norte de San Salvador. “El presidente (Nayib Bukele), debería ponerse la mano en la conciencia y dejar libres a los que no han cometido ningún delito como mi hijo; él no tiene ni antecedentes penales ni tiene relación con pandillas”, manifestó Bermúdez.
De acuerdo con la Fiscalía, hasta el viernes pasado unas 46.000 personas, presuntos miembros de pandillas, fueron detenidas en el marco de la guerra que el gobierno de Bukele le declaró a esos grupos bajo el régimen de excepción.
Las pandillas MS-13 y Barrio 18 son las que más delinquen en El Salvador. Hasta antes de la arremetida del Gobierno, estaban encarcelados unos 16.000 de sus miembros.