Muchos sectores conservadores de la región reprocha el silencio que guarda el papa Francisco sobre el atropello que aplica la dictadura Ortega - Murillo sobre la Iglesia católica en Nicaragua.
Desde el pasado mes de julio, son cuatro las figuras de la Iglesia católica nicaragüense que fueron detenidos por la Policía Nacional de Nicaragua. El papa Francisco todavía se mantiene en silencio.
Sin embargo, el secretario del Pontificio Consejo para América Latina, Rodrigo Guerra López, dijo al medio católico, Aleteia, que el papa “está súper enterado de todos los acontecimientos que ocurren en Nicaragua”.
“Atentos al silencio orante del papa, que nunca es un silencio apático, sino es el silencio de un pastor que vela por su pueblo antes que por las posiciones ideológicas”, dijo Guerra López.
Daniel Ortega y Rosario Murillo apagan cualquier voz disidente con persecuciones, también con expulsiones, como le sucedió al grupo de misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta que hoy viven en Costa Rica; y con detenciones que violan los derechos humanos.
El sacerdote Óscar Benítez, de la diócesis de Siuna, que atiende las parroquias del Caribe norte de Nicaragua, fue detenido el 15 de agosto. En junio, el régimen de Ortega detuvo al cura Manuel García, contra quien se dictaron dos años de prisión; y en julio la Policía capturó a monseñor Leonardo Urbina. Este viernes fue la detención del monseñor Rolando Álvarez.
Además, más de 190 políticos y opositores permanecen privados de su libertad y más de 1.000 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) fueron cerradas por el régimen desde las protestas del 2018.
La expresidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda, tocó este mismo tema desde su perfil en la red social Twitter.
“Entre la ‘diplomacia secreta’ del Vaticano y la ‘diplomacia cómplice’ de Centroamérica, el régimen Ortega-Murillo encuentra el camino despejado para intensificar su represión y persecución, ya no solo política, también religiosa” , subrayó Chinchilla.
Entre la “diplomacia secreta” del Vaticano y la “diplomacia cómplice” de Centroamérica el régimen #OrtegaMurillo encuentra el camino despejado para intensificar su represión y persecución ya no sólo política, también religiosa. #SOSNicaragua
— Laura Chinchilla M. (@Laura_Ch) August 20, 2022
Guerra López, filósofo de origen mexicano y al servicio del papa en temas de América Latina, sostiene que el silencio del pontífice no significa inactividad.
“Un silencio papal no significa inactividad o falta de decisión, nada de eso. Significa que está trabajando en otros planos. Y, en el momento en el que el santo padre vea que puede, por supuesto que tendrá una intervención”, dijo Guerra.
Además, agregó que este domingo podría ser la primera vez que el papa Francisco se pronuncie al respecto.
“A mí no me extrañaría que, después del encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, a lo mejor el domingo (cuando presidirá el Ángelus) el papa nos regale algún primer comentario. No me extrañaría. Pero, ese es el tema exterior, la Santa Sede trabaja en la diplomacia discreta”, mencionó Guerra López.
Según el diario La Prensa de Nicaragua, actualmente Álvarez es el único miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) que tiene dos cargos asignados por el Vaticano. Es obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la sede en la Diócesis de Estelí.
Además, tiene a cargo el área de comunicación y atención a laicos desde la CEN para el período 2022-2024 y también es el presidente del departamento de juventud de la CEN.
Obispos de Centroamérica piden oraciones para llegar a la paz en Nicaragua
El Secretariado Episcopal de América Central (Sedac) se solidarizó este viernes con la Iglesia de Nicaragua por la detención del obispo Rolando Álvarez, un crítico del gobierno de Daniel Ortega arrestado esta madrugada.
“Expresamos nuestra cercanía y total solidaridad con monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, con la Conferencia Episcopal de Nicaragua y con toda la Iglesia en esa hermana República”, indicó en un comunicado la entidad, que reúne a los obispos centroamericanos.
Nicaragua vive en medio de los roces de la Iglesia católica con el gobierno de Ortega, un ex guerrillero que se mantiene en el poder desde el 2007 y que encarceló a decenas de opositores y clausuró medios de prensa, organizaciones educativas y de la sociedad civil.
La Iglesia católica, cuyas relaciones con el gobierno han sido tensas en los últimos cuatro años, es el último reducto de rebeldía desde donde se cuestionan los actos gubernamentales.
El gobierno cerró recientemente el canal de televisión de la Iglesia católica y varias de sus radios. En julio, monjas de Misioneras de la Caridad, la orden fundada por la Madre Teresa de Calcuta, huyeron a pie de Nicaragua a Costa Rica luego de que el Congreso cerró sus oficinas y alegó que no estaban acreditadas para realizar operaciones de asistencia social.
“Elevamos una oración pidiendo a Dios proteja a nuestros hermanos obispos, sacerdotes, religiosos y a todo el pueblo de Nicaragua. Que ilumine las mentes y mueva las voluntades para que se abran caminos de solución al grave problema social que atraviesa esa amada nación”, detalló la Sedac.