Ciudad de Guatemala. El gobierno de Guatemala prometió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que habrá segunda vuelta electoral el 20 de agosto, abrirá una transición “transparente” y entregará el poder en enero al ganador, informó este jueves Luis Almagro, secretario general de la organización.
Almagro realizó una visita a Guatemala del 1.° al 4 de agosto por invitación del presidente derechista Alejandro Giammattei, a raíz de la crisis política desatada tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 25 de junio.
Uno de los candidatos al balotaje presidencial, el socialdemócrata Bernardo Arévalo denuncia una persecución política después de que un juez, a pedido de la fiscalía, ordenara la suspensión de su partido, Semilla, por supuestas ilegalidades.
Este pedido, que no fue acatado por el tribunal electoral, se considera un intento de entorpecer su participación en la segunda vuelta del 20 de agosto, que debe disputar contra la también socialdemócrata y exprimera dama Sandra Torres.
Durante la visita Almagro se reunió con miembros de los poderes del Estado, con políticos, observadores electorales, movimientos indígenas, la sociedad civil y representantes de distintas religiones.
”Muy preocupados”
"No es secreto que estamos muy preocupados", declaró este jueves durante una sesión del Consejo Permanente, órgano ejecutivo de la OEA, en Washington.
"Esta misión logró el compromiso de todos los poderes del Estado que la segunda ronda se realizará el 20 de agosto" entre los binomios encabezados por Torres y Arévalo, que se abrirá "un proceso de transición ordenada, abierta y transparente", y que "al ganador (...) se le entregará el poder el 14 de enero", detalló Almagro.
Las autoridades guatemaltecas han invitado además a la OEA "a participar en el proceso de transición" hasta el 14 de enero en el marco de la Misión de Observación Electoral (MOE) pero "con especialistas políticos", añadió, convencido de que la misión ha infundido "calma" y mitigado los ánimos.
Giammattei ha sido claro: "Se dice que a Arévalo no se le dejará asumir pero yo sí le traspaso el poder en caso de que el TSE (Tribunal Supremo Electoral) diga que ganó, lo mismo vale para la candidata Sandra Torres", dijo, según el diplomático uruguayo.
Almagro calificó de "muy preocupante" el contexto de "excesiva judicialización" de los procesos electorales.
"Los actores de los poderes del Estado coincidieron en señalar que hay separación de poderes", pero "todos ellos han estado involucrados en las elecciones" resaltó.
Bajo acoso
Almagro criticó una coyuntura "en la que el aparato de justicia parecía atacar al TSE y de ahí afectar a todo el proceso electoral". Puso como ejemplo la repetición del recuento de la primera vuelta, que "fue inútil, no cambió nada sustantivo pero tuvo un efecto intimidatorio".
El Tribunal Supremo Electoral "no puede estar bajo acoso con más de una docena de acusaciones, todas ellas entre la primera y la segunda vuelta", protestó.
Para la segunda vuelta, la misión de la OEA recomienda al TSE "transparentar el proceso", por ejemplo tomando fotografías del documento donde se consignan los votos obtenidos por cada partido en cada mesa.
También aconseja que las juntas que reciben los votos autoricen usar el teléfono para "tomar fotografías al finalizar el conteo" y que se entreguen copias "del documento de certificación de resultados" para que los partidos "tengan evidencia física" y no solo electrónica con el fin de "despejar cualquier duda".
En la crisis electoral influyen otros elementos.
El secretario general denunció dos flagelos: el crimen organizado, "al que le interesa definitivamente (...) toda la inmunidad que pueda obtener", en las elecciones y la corrupción, "que funciona como algo tácito" entre grupos "que se conocen entre ellos y tienen objetivos comunes".
Almagro llamó a los candidatos a combatir estos lastres y a limpiar "cualquier caso de corrupción en este proceso electoral" pero "sin linchamientos, sin prejuzgamiento".
En la sala se encontraba el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Mario Búcaro, quien llamó a los países miembros de la OEA a “conducirse siempre con respeto a la soberanía de cada” Estado “en atención a los procesos que son propios a cada nación”.