Ciudad de Guatemala. Las autoridades de Guatemala fortalecieron la seguridad del próximo presidente, Bernardo Arévalo, quien está programado para asumir el cargo el 14 de enero del 2024, en medio de informaciones sobre presuntas conspiraciones para atentar contra él.
Arévalo ganó la presidencia el pasado 20 de agosto en una segunda vuelta electoral con la promesa de emprender una lucha frontal contra la corrupción, tras sortear una serie de acciones legales por parte de la fiscalía para descartarlo como candidato presidencial.
Este refuerzo en la seguridad fue anunciado después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, instara a Guatemala el pasado jueves 24 de agosto a “tomar las medidas necesarias para proteger” a Arévalo y a la futura vicepresidenta, Karin Herrera, debido a las amenazas y “la existencia de dos planes para atentar en su contra”.
El gobierno emitió un comunicado donde se señala que “los supuestos planes para atentar contra la vida de ambos fueron reportados el 20 de agosto (...), lo que permitió coordinar de inmediato con la Dirección General de la PNC (Policía Nacional Civil) para implementar medidas de seguridad adicionales”.
Por su parte, la Fiscalía General informó que “recibió una alerta e información relacionada con estructuras criminales de pandillas que podrían representar un riesgo para la vida” de Arévalo, por lo que colaboró con la Policía para adoptar las medidas necesarias.
Conforme al comunicado gubernamental, los funcionarios hablaron por teléfono con Arévalo y Herrera para “reforzar los dispositivos de seguridad ya existentes y aumentar el número de agentes de seguridad según las necesidades detectadas y las recomendaciones de la CIDH”.
Tanto Arévalo como Herrera ya contaban con escoltas del cuerpo de seguridad de la presidencia guatemalteca desde que avanzaron a la segunda vuelta electoral el 25 de junio pasado.
La victoria del sociólogo y diputado socialdemócrata, que pone fin a 12 años de gobiernos de derecha, causó malestar en sectores poderosos, tanto públicos como privados, que son acusados de corrupción.
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Arévalo, visto como una esperanza de cambio en el país que enfrenta problemas de pobreza, violencia y corrupción, obtuvo el 58% de los votos en la segunda vuelta, mientras que la exprimera dama Sandra Torres (37%) también perteneciente a la corriente socialdemócrata, era percibida como la candidata del continuismo.
Protestas para salida del Fiscal General
Cientos de guatemaltecos protestaron este viernes para exigir la renuncia de la fiscal general que mantiene acciones legales contra el partido del presidente electo, Bernardo Arévalo.
Los manifestantes se apostaron frente a la sede de la Fiscalía reclamar la salida de Consuelo Porras y del fiscal Rafael Curruchiche, quien lidera las investigaciones contra el partido Semilla.
“El poder está en el pueblo dice la Constitución ¡Renuncien!”, dijo desde un altoparlante la exdiputada Sandra Morán al exigir la dimisión de los funcionarios judiciales, incluidos por Estados Unidos en un listado de personajes “corruptos” del norte de Centroamérica.
“Respaldamos y defendemos la decisión de nuestras hermanas y hermanos expresadas en las urnas. Guatemala se merece florecer y el partido Semilla y sus dirigentes son la esperanza y el compromiso para este renacer”, agregó Morán en la nueva manifestación contra Porras.
Curruchiche mantiene abierta una investigación contra Semilla por supuestas irregularidades en la inscripción de afiliados para su conformación en 2017. Con base a esas pesquisas, el juez Fredy Orellana, también considerado “corrupto” por Washington, ordenó suspender a la agrupación política, aunque su decisión fue frenada por la justicia.
La orden ocurrió después de que Arévalo, de tendencia socialdemócrata, dio la sorpresa al quedar en el segundo puesto en la elección presidencial el 25 de junio y luego vencer el domingo en balotaje con el 58% de los votos a la exprimera dama Sandra Torres (37%).
Torres, también socialdemócrata, y su partido la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) siguen sin reconocer el triunfo de Arévalo al argumentar irregularidades en el conteo de votos y el procesamiento digital del mismo.
Según los manifestantes, organizaciones locales e internacionales, el empeño de la Fiscalía es entorpecer el camino de Arévalo y Semilla que llegaron a las elecciones con un fuerte discurso anticorrupción y ajenos al oficialismo.
“Sra. Consuelo Porras. Sr. Rafael Curruchiche. Despedidos. Ate. El Pueblo”, señalaba una pancarta pegada en la reja de protección del edificio que era custodiado por decenas de policías.
“El pacto de corruptos tiembla de miedo”, indicaba otro cártel en la protesta donde los manifestantes hicieron sonar trompetas de plástico y ondearon banderas del país.
Arévalo, un sociólogo y diputado, debe asumir la presidencia el próximo 14 de enero en sustitución de Alejandro Giammattei, terminando con 12 años de gobiernos de derecha. El jueves, las autoridades reforzaron la seguridad del próximo mandatario debido a versiones sobre supuestos complots para matarlo.