Washington. El ex procurador de derechos humanos guatemalteco, Jordán Rodas, no tiene pelos en la lengua. Para él, las iniciativas contra el partido Semilla no son sorprendentes, ya que considera que la justicia tocó fondo en un país carcomido por la corrupción, según declaró a esta agencia.
En una entrevista realizada en Washington, este crítico acérrimo del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, sostiene que el resultado de las elecciones del 25 de junio fue un rechazo al “pacto de corruptos”, que hace referencia a la alianza entre políticos, diputados y empresarios acusados de promover la impunidad.
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Además, Rodas acusa al sector empresarial de “manejar como finca” a Guatemala, considerándolos “los grandes titiriteros” que cada cuatro años cambian el rostro de los políticos, convirtiéndolos en títeres.
El exprocurador, de 54 años, se exilió en España en agosto de 2022, poco antes de que terminara su mandato como procurador de derechos humanos, debido a que temía por su libertad y seguridad.
En cuanto a su participación política, fue compañero de fórmula de Thelma Cabrera por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos en la carrera por la vicepresidencia y presidencia, pero el Tribunal Supremo Electoral bloqueó la inscripción de su candidatura.
Ahora, Jordán Rodas se decanta por apoyar al socialdemócrata Bernardo Arévalo, quien disputará el balotaje presidencial del 20 de agosto contra la también socialdemócrata Sandra Torres.
- ¿Cree que la justicia actuó de manera independiente en su intento de inhabilitar al partido Semilla de Bernardo Arévalo?
“No, la justicia ha tocado fondo porque está totalmente cooptada desde el más alto nivel. La Corte de Constitucionalidad está integrada por personajes oscuros que incluso están incluidos en la lista Engels (NDLR: del departamento de Estado estadounidense sobre personas corruptas).
“La Corte Suprema de Justicia ya se prolongó en sus funciones casi cuatro años más de los cinco para los que fue electa. Esto garantiza una justicia a la carta y el gran orquestador de todo esto es el presidente Alejandro Giammattei.
“La justicia criminaliza, va como un búmeran contra todos, contra periodistas, operadores de justicia y defensores de derechos humanos”.
- ¿Cuál cree que es el germen de la crisis?
“La raíz de todo esto es el financiamiento de los partidos políticos, porque como se dice en Guatemala no hay almuerzo gratis. El empresariado y el crimen organizado cada vez ha permeado más el Estado guatemalteco. Apuesta, invierte en los políticos nacionales, a nivel de presidente, diputados, e incluso de alcaldes”.
- ¿Teme que hayan disturbios?
“No lo descarto porque la población ya perdió el miedo y volvió a salir a las calles. Y ahorita el status quo está como una herida, que es más peligroso. Están desesperados pero han hecho la mejor campaña a Semilla, de cara a la segunda vuelta, porque cuanto más los atacan más población los apoya”.
- ¿Cuáles son los posibles escenarios a partir de ahora?
“Habrá balotaje porque sino el escenario inmediato sería que la población venga y haga una permanente resistencia y protesta. Pero después tenemos una larga transición hasta el 14 de enero, lo que implica muchos riesgos, principalmente la vida e integridad de Bernardo Arévalo (NDLR: si gana), la criminalización misma de él.
“Hay un riesgo alto de que el presidente Giammattei en un momento dado quiera prolongar su estancia más allá del 14 de enero o incluso declarar el estado de excepción. Y también un permanente bloqueo del Congreso que ya está conformado y va a ser conservador”.
- Así que aunque Bernardo Arévalo ganara estaría atado de manos políticamente hablando....
“Está nuestra esperanza. Yo fui candidato a vicepresidente por otra propuesta más radical de izquierdas, pero ahorita veo una opción para el país, porque aquí no se trata de partido”.
- ¿Qué papel debe desempeñar la comunidad internacional en la crisis?
“Seguir muy de cerca todos los acontecimientos. Me consta que cuesta que los reflectores estén en Guatemala porque en la región hay otros países con crisis más intensas.
“Además, así como se ponen de acuerdo en el tema de Ucrania por citar un ejemplo, sería importante una puesta en común entre la Unión Europea y Estados Unidos porque las sanciones deben homogeneizar. Es inadmisible que personajes oscuros, corruptos, no puedan viajar a Estados Unidos pero sí a Bruselas, Ginebra o Madrid.
“También sobre las sanciones a empresas, porque a ellos difícilmente les va a convencer con los derechos humanos, a ellos si no les dañan la billetera, nada. Y es importante que Estados Unidos entienda que la vulneración de los derechos humanos sumada a la corrupción causa más migración”.