El abogado internacional de Nicaragua, Paul Reichler, renunció a seguir trabajando con el régimen de Daniel Ortega a través de una carta enviada el pasado 2 de marzo, que hizo pública el diario El Confidencial este domingo.
Reichler sirvió como asesor legal internacional de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, durante 20 años. El abogado fue parte del equipo legal nicaragüense que participó ante La Haya en los conflictos limítrofes del país por la soberanía del río San Juan contra Costa Rica, entre otros.
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En su carta dirigida a Daniel Ortega, Reichler mencionó de que “mi conciencia moral me exige cortar lazos” y aseguró de que su servicio a Nicaragua ““ha sido el más gratificante y enriquecedor” de su vida. En el escrito argumentó que su renuncia se debe a que le resulta inconcebible que Ortega haya establecido una nueva dictadura en Nicaragua.
“No sé qué le hizo cambiar, pero usted ya no es el Daniel Ortega a quien tanto respeté, admiré, quise y serví con orgullo durante tantos años. Ese Daniel Ortega fue un verdadero héroe, que con valentía, nobleza y desinterés sirvió a su país y a su pueblo, gobernando sabia y generosamente en su mejor interés y, en el proceso, cambiando a Nicaragua para bien”, se lee en el documento.
Reichler también criticó la fuerte represión de las masivas protestas del 2018, así como el encarcelamiento de los presos políticos en Nicaragua previo a las elecciones anteriores. “Me resulta inconcebible que ese Daniel Ortega hubiera reprimido manifestaciones pacíficas tan despiadadamente, resultando en cientos de trágicas muertes, en abril de 2018. Me resulta aún más inconcebible que ese Daniel Ortega hubiera arrestado, confinado en condiciones intolerables y enjuiciado a más de 50 ciudadanos destacados”, aseguró.
El abogado manifestó de que el presidente nicaragüense se encargó de “destruir la democracia” y acusó a Ortega de instaurar una dictadura en el país, similar a la que él mismo ayudó a derrocar. Al tiempo que criticó la persecución que ha provocado el exilio de diferentes figuras políticas y sociales de Nicaragua.
“Es inconcebible para mí que el Daniel Ortega, a quien orgullosamente serví, hubiera destruido la democracia en cuya construcción él participó decisivamente y hubiera establecido una nueva dictadura, no muy diferente a la que él mismo ayudó a derrocar, con elecciones falsas, una legislatura sumisa, un sistema judicial corrupto e incapaz de impartir justicia, y el silenciamiento de la libertad de expresión y de los medios de comunicación independientes”, puntualizó.
“Seguiré respetando, admirando y queriendo al primer Daniel Ortega, aunque sienta desesperanza y dolor por culpa del que ha tomado su lugar. Siempre atesoraré mi servicio al primero, aun cuando, por las razones expuestas anteriormente, mi conciencia moral me exige que debo cortar mis lazos con el segundo y negarme a servirle”, finalizó Reichler.
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La renuncia de Reichler se hizo pública tan solo unos días después de la deserción del embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, quien calificó de “dictadura” al gobierno de Ortega. Horas después de arremeter contra el régimen, McFields fue desconocido por Nicaragua como su representante diplomático en la OEA.
Nicaragua había solicitado el 19 de noviembre anterior la salida de la OEA, luego de que el organismo internacional desconociera el 12 de noviembre la legitimidad de las elecciones nicaragüenses, con el apoyo de 25 de sus 34 miembros activos, pero este proceso tarda dos años.