Hay dos problemas graves que afectan a la región y Costa Rica no escapa de ellos: el narcotráfico y la migración.
En ambos casos, el país es una zona de alto tránsito y Estados Unidos asegura tener planes para tratar de “atacarlos” desde aquí, como lo manifestó la embajadora del país norteamericano en San José, Cynthia Telles.
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El narcotráfico, por ejemplo, tomó a Costa Rica como centro de operaciones en cuanto a distribución. Es una enorme bodega en la que las autoridades lograron incautar la cifra récord de 144 toneladas de cocaína en los últimos 46 meses, según el informe de decomisos anuales del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD). Es decir, se interceptan tres toneladas cada mes mientras que una cifra desconocida llega a los grandes mercados, como son Estados Unidos y Europa.
Frente a esa realidad, las herramientas para combatir la salida de drogas por los puertos del país son pocas. Una de las promesas del actual presidente de la República fue la colocación de escáneres que permitan detectar los alijos escondidos en los contenedores.
La principal puerta de salida es la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), ubicada en el Caribe costarricense, desde donde sale el 71% de las exportaciones.
El país solo tiene un dispositivo que funciona y es el de la empresa APM Terminals, concesionaria a cargo del puerto.
“Sí, he estado conversando mucho con el Gobierno especialmente en ese tema (del narcotráfico), porque el presidente Chaves quiere instalar un montón de escáneres porque es lo que se necesita, pero hay que hacerlo de tal manera que estén operando bien; ya hace tiempo teníamos un equipo para estar monitoreando todo aquí en San José y también en Limón, donde está el puerto, y eso vamos a mejorarlo para mejorar la seguridad de los puertos que es tan importante”, dijo Telles en entrevista con La Nación.
La embajadora estadounidense es enfática en que Limón necesita acciones concretas para salir del dominio del narcotráfico y del crimen organizado.
Y es que los números de la violencia son alarmantes en esta provincia costera. El 2022 marcó cifras récord en cuanto a homicidios, se registraron 168 casos.
Además, es una de las zonas del país con mayor índice de desempleo.
El Caribe tiene una serie de ingredientes que lo hacen un “coctel” amargo en cuanto al tema social (desempleo, narcotráfico y crimen organizado) y que no pasa desapercibido por los Estados Unidos.
Por esa razón, en los próximos meses lanzarán una iniciativa que se llama “Juntos por Limón”.
“Limón es sumamente importante, es como la región que más me preocupa, la que tiene más problemas, la que se ha empezado a hundir más, que tiene ya más crimen, más homicidios, más narcotráfico, más pobreza, mucha gente marginada. Me preocupa muchísimo. Yo visitaba Limón antes con mi papá, en el trencito que iba allá. Limón para mí es esencial, y por eso lanzamos está iniciativa de “Juntos Por Limón”.
“Donde vamos a ver qué hacemos en cuanto a la seguridad, en cuanto al narcotráfico, en cuanto al desarrollo económico, en cuanto a mujeres que están en la pobreza para salir adelante. Y estamos trabajando ahora más recientemente con el Gobierno, con diferentes ministerios para colaborar, y juntos poder sacar a Limón de dónde está, o hacer lo que se pueda, porque la situación está bien difícil, bien triste”, afirmó Telles.
La migración: otro reto
Otro de los grandes retos que tiene Estados Unidos con la región es la manera de contener la migración que registró cifras históricas en el 2022.
Las llegadas clandestinas a la frontera con México rompen actualmente récords con más de 200.000 arrestos realizados en el mes de noviembre. La inmigración es un tema políticamente explosivo en Estados Unidos. La oposición republicana ataca constantemente a Biden sobre este tema, acusándolo de ser demasiado laxo con el control del paso fronterizo.
Venezolanos y cubanos son la mayoría entre los extranjeros que buscan hacer realidad su sueño de poder instalarse en los Estados Unidos. Según datos de las autoridades de ese país, el año pasado se detuvieron más de 2,7 millones de indocumentados en la frontera con México.
De acuerdo con la directora de Migración y Extranjería tica, Marlen Luna, en octubre transitaron por nuestro país cerca de 3.750 migrantes venezolanos. De ellos, estimaron las autoridades nacionales, al menos un 10% se quedan más tiempo en el país, en busca de recursos. El restante 90% cruzan el territorio en 24 o 48 horas, en promedio.
Telles menciona que, con la ayuda de algunas organizaciones internacionales, en el último año se donaron al país cerca de $20 millones para temas migratorios.
“Ya me aprobaron $150.000 para un centro de inmigración en el sur de Costa Rica. Además, esperamos poder sumar $1,3 millones para organizar un poco más este tema de la migración en el país y esto le sumamos un préstamo muy grande que podría venir del Banco Mundial; estoy tratando de ayudar con eso y sería para tratar de contener el tema, también para darle asistencia humanitaria a quienes están en las calles del país y, para quienes quieren regresar de aquí a su país de origen, ayudarles con ese regreso, ya sea a Venezuela o Colombia, por ejemplo”, adelantó Telles.
Desde el año 2018, Estados Unidos proporcionó $175 millones en asistencia en seguridad al Gobierno costarricense, cifra que incluye embarcaciones, aeronaves, equipo policial y capacitación para los servicios de seguridad de Costa Rica; además de $5,5 millones por año para programas como “Sembremos Seguridad”, con el fin de crear comunidades locales más seguras y prevenir el crimen.
Entre el 2017 y 2022 el Gobierno estadounidense proporcionó más de $55 millones para ayuda humanitaria en Costa Rica. De esa cantidad, más de $21 millones se proporcionaron en el último año para asistencia humanitaria, para apoyar a las personas desplazadas, migrantes vulnerables y miembros de las comunidades receptoras.