Managua. El obispo católico Rolando Álvarez quien es ampliamente crítico del gobierno de Daniel Ortega cumple más de un año en prisión tras enfrentar una condena de 26 años en Nicaragua. En medio de su reclusión, el gobierno afirma que se encuentra en “condiciones preferenciales”.
Álvarez, quien celebró su cumpleaños número 57 el lunes pasado, fue sentenciado el 10 de febrero a 26 años y cuatro meses por cargos que incluyen traición a la patria, propagación de noticias falsas y desacato. Esta decisión se tomó un día después de que rechazara la oportunidad de partir a Estados Unidos junto a 222 opositores presos que fueron expulsados del país.
El ministerio de Gobernación (Interior) emitió un comunicado en medios oficialistas donde indicó que “las condiciones de reclusión son preferenciales y se cumple estrictamente con el régimen de consultas médicas, visitas familiares y recepción de paquetes, a diferencia de lo que pretenden insinuar campañas calumniosas”.
El 7 de noviembre, dos relatoras de derechos humanos de la ONU solicitaron al gobierno nicaragüense que ponga fin a la “detención arbitraria” del obispo y lo libere “inmediata e incondicionalmente”.
Nazila Ghanea, relatora sobre libertad de religión o de creencias, e Irene Khan, relatora sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, expresaron además su “profunda preocupación” por el aislamiento de Álvarez y “las condiciones que contravienen gravemente las Reglas de Nelson Mandela”, recomendaciones de la ONU para el trato respetuoso a los reclusos.
Fotografías y videos publicados este martes muestran al obispo conversando con familiares en una pequeña sala comedor amoblada y decorada con plantas y flores, así como sometiéndose a un examen médico y sentado en una silla mientras mira televisión.
Estas imágenes fueron difundidas por el portal oficialista El19 Digital y el Canal 4 de televisión.
Álvarez, obispo de Matagalpa y detenido desde agosto de 2022, optó por permanecer en prisión en lugar de exiliarse. No fue incluido entre los 12 sacerdotes “procesados” en Nicaragua que fueron liberados en octubre y enviados a Roma tras un acuerdo entre el gobierno y el Vaticano, lo que lo convierte en el único prelado católico aún encarcelado en el país.
En julio, estuvo fuera de la cárcel durante algunas horas, pero fue devuelto a prisión después de rechazar nuevamente abandonar el país, según informó en ese momento una fuente diplomática en Managua.
El gobierno afirmó que “continuará cumpliendo con su deber de resguardar a Rolando Álvarez en condiciones que garanticen sus derechos en todos los aspectos”.