Managua. Nicaragua dio la bienvenida este martes al nuevo embajador de la Unión Europea (UE) en Managua, cuatro meses después de que el gobierno de Daniel Ortega retirara su beneplácito en respuesta a críticas del bloque europeo.
El diplomático Fernando Ponz entregó las copias de estilo que lo acreditan como embajador al canciller de Nicaragua, Denis Moncada, según informó la delegación de la UE en Managua en un comunicado.
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Ponz expresó su agradecimiento por la cálida recepción y declaró su compromiso en el desarrollo de las relaciones entre la Unión Europea y Nicaragua. “Haré todo lo que esté a mi alcance para fomentar las relaciones entre la UE y Nicaragua, basándonos en el diálogo, el respeto y el beneficio mutuo, en aras de los ciudadanos europeos y nicaragüenses”, dijo, citado en el comunicado.
En abril, el gobierno de Ortega suspendió el plácet otorgado a Ponz debido a lo que consideraron un comunicado “injerencista, atrevido e insolente” por parte de la Unión Europea. En dicho comunicado, la UE conmemoró el quinto aniversario del inicio de las protestas de 2018, que resultaron en más de 300 muertes según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Las relaciones entre el bloque y Nicaragua se deterioraron desde el año anterior, y el 28 de setiembre del 2022, el gobierno de Ortega declaró persona non grata a la representante de la UE en Managua, Bettina Muscheidt. En respuesta, el Consejo de la UE hizo lo mismo con la representante de Nicaragua ante el bloque, Zoila Muller Goff.
Además, el Consejo de la UE extendió por un año, hasta el 15 de octubre de 2023, las sanciones contra 21 ciudadanos y tres entidades de Nicaragua debido a la situación política en el país.
El paquete inicial de sanciones de la UE contra Nicaragua se adoptó en 2019 e incluyó a seis personas, aunque la lista de sancionados se amplió gradualmente, incluyendo a hijos de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. Estos funcionarios tienen prohibida la obtención de visas para ingresar a la UE y sus posibles activos en la Unión Europea están congelados.
El gobierno de Ortega alega que las protestas de 2018 formaron parte de un intento de golpe de Estado respaldado por Washington.