El régimen dictatorial Ortega-Murillo no tiene piedad con los presos políticos, quienes pasan los días con un puñado de arroz junto a 35-45 frijoles, según relata Berta Valle, esposa del opositor Félix Maradiaga, quien tiene un año y dos meses encarcelado en El Chipote.
Las raciones de comida que se brinda a los encarcelados son escasas. De acuerdo con Valle, “pueden contar incluso la cantidad de frijoles que les dan a diario (entre 35 y 45 granos), un poco de arroz y algunas veces alguna proteína en cantidades pequeñas”.
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Valle indicó que, Maradiaga les hizo saber las pésimas condiciones de su celda: no se le permite luz solar, solamente cada días días. Asimismo, no les dejan tener material de escritura, ni de lectura, ni siquiera tener una biblia.
Además, no se les ofrece ningún tipo de atención médica, por lo cual se desconoce el estado de salud en el que están estas personas.
Lamentablemente, estas penurias son las mismas que viven cada uno de los privados de libertad por el régimen de Ortega en los diferentes centros penitenciarios del país. “Hay personas que están en confinamiento solitario desde hace más de tres años, donde hay una violación constante al debido proceso”, explicó la defensora de los derechos humanos.
Lo que buscan, de momento, es que mientras se da una libertad incondicional se debe garantizar la integridad física, espiritual, pero también se deben garantizar “los derechos de nosotros como familiares”.
Detención de Félix Maradiaga
Maradiaga, líder del grupo de oposición Unidad Nacional Azul y Blanco, fue precandidato a la presidencia en las elecciones generales nicaragüenses del 2021. Sin embargo, el 8 de junio de ese mismo año fue detenido por el Gobierno de Ortega.
“Mi esposo fue prácticamente secuestrado, porque fue bajo ninguna orden judicial, policial, detenido después de una entrevista”, contó Valle. Al salir de la fiscalía abordó su vehículo, avanzó unos metros y fue interceptado por una patrulla policial.
Lo bajaron de su carro violentamente, lo golpearon y estuvo desaparecido por 84 días, donde no se supo nada de él ni de sus condiciones, expresó su esposa.
Vio a su pareja por última vez en marzo del 2020; cuando él regresó a Nicaragua le quitaron su pasaporte y no pudo salir del país. Valle y Maradiaga conversaron por teléfono un día antes de que lo secuestraran (8 de julio del 2021). Hoy suman poco más de 450 días sin tener comunicación, ni una llamada, ni una carta, ni siquiera un dibujo de su hija.
“Es difícil tener que explicarle a tu hija de nueve años que su papá no está con ella porque está trabajando por Nicaragua”, indicó. A pesar del dolor encuentran fortaleza en la dignidad con la que se muestran al decir que son inocentes y que solo buscaban un cambio para el bienestar.
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Llamado a la comunidad internacional
Los activistas en busca de justicia claman por ayuda, y solidaridad, a la comunidad internacional, dentro de sus peticiones está la solicitud de ayuda para salvar la vida de los presos “inocentes”.
No se puede hablar de una transformación democrática del país mientras haya políticos defensores presos, continuó. También, mediante Valle, la voz del pueblo nicaragüense, solicita más espacios para que haya un cambio de rumbo en el régimen, ya que se ha mostrado un completo aislamiento cuando se trata de hablar de derechos humanos con el Gobierno Ortega-Murillo.
En el caso de Costa Rica, ella dijo estar muy agradecida porque abren las puertas a miles de nicaragüenses que salen para resguardar su seguridad y a buscar oportunidades, las cuales en Nicaragua son escasas.
Valle mencionó que de parte de todos las familias que sufren el arresto de sus seres queridos, han presentado cartas, recursos de amparo, conversado verbalmente con las autoridades. Pero no hay respuestas concretas.
Ortega gobernó por primera vez el país entre 1979 y 1990. Perdió las elecciones ese año ante una coalición de derecha y retornó al poder en 2007, donde se mantiene luego de reelegirse en tres períodos consecutivos.
Berta Valle finalizó argumentando que “lo peor que le puede pasar a las personas presas políticas es que sean olvidadas.”