Hoy Nicaragua celebra 201 años de independencia, sin embargo, opositores del Gobierno de Daniel Ortega se niegan a conmemorar este día y se lanzan a las calles a protestar, con el fin de buscar soluciones para el pueblo nicaragüense, sumiso bajo un régimen dictatorial, según informó La Prensa de Nicaragua.
“No hay ningún día de la independencia que celebrar”, decían los manifestantes, quienes pertenecen al movimiento Nicas por la Democracia, mientras pedían quedarse en casa y no salir a celebrar este día. Lamentan que, pese a estar celebrando más de 200 años de independencia, los nicaragüenses viven bajo una represalia, donde no tienen derechos fundamentales.
Las personas que se alzaron su voz este 15 de setiembre, tienen como objetivo reconocer la lucha del pueblo en su búsqueda por construir una República justa, libre y democrática.
“Nicaragua celebra hoy el día de su independencia bajo una dictadura cobarde y criminal que encarcela sacerdotes y obispos. Una dictadura que ha vendido su independencia a Rusia y a China a cambio de protección e impunidad. #Nicaragua volverá a ser República.”, escribió en Twitter Arturo McFields Yescas, Exembajador de Nicaragua en la Organización de los Estados Americanos (OEA).
McFields denunció meses atrás la dictadura que vive ese país ante el Consejo Permanente de la OEA, lo que le ocasionó que el Gobierno de Nicaragua desconociera y desacreditara sus declaraciones y lo alejó de su cargo.
Por otro lado, senadores republicanos reclamaron al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ante su poca o nula presencia ante Nicaragua. “A Biden no le importa la lucha por la democracia, Biden abandonó por completo a los que luchan por la libertad en América Latina”, dijo uno de los senadores.
Piden colaboración al país estadounidense para que abogue por la libertad de los presos en Nicaragua, que actualmente tiene a más de 200 personas encarcelas, entre ellos políticos, opositores, campesinos, en situaciones precarias, según han informado familiares.
De acuerdo con La Prensa de Nicaragua, en el discurso de este 15 de setiembre, Ortega mantuvo su postura de dictador, donde además improvisó el juramento a la bandera, revivió la vieja promesa del canal interoceánico y no se dirigió a los cientos de nicaragüenses asesinados, encarcelados o desaparecidos.
Las organizaciones claman por la democracia y un cambio para el país vecino y llaman a la población a “mantener viva la llama de la esperanza”.