La Policía Profesional de Migración redobla esfuerzos en los controles fronterizos de ingreso al país para evitar la llegada de pandilleros provenientes de países del Triángulo Norte, mayoritariamente de El Salvador, donde el presidente Nayib Bukele lanzó una operación contra las maras que desató una ola masiva de detenciones.
Esta “guerra” en el país donde Bukele impone la ley, provoca una salida de pandilleros hacia países vecinos. Honduras y Guatemala ya detuvieron a personas ligadas a estas bandas criminales y ya realizaron las deportaciones respectivas.
Costa Rica no escapa de esta realidad centroamericana y se mantiene alerta de lo que sucede en El Salvador.
Stephen Madden, Director de la Policía Profesional de Migración, aseguró a La Nación que monitorean el paso a paso de las acciones que se toman en El Salvador, porque “al existir esta política de mano dura, necesariamente, y estamos casi seguros, que va a obligar a que ellos (pandilleros) se desplacen”.
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“Por lo general, estos desplazamientos son, por lo general, hacia el sur, entonces eso nos pone en mayor alerta y a redoblar esfuerzos en la identificación. Ya no solamente en nuestras fronteras, sino a lo interno del país, ubicando dónde pueden estar estas personas”, aseguró el oficial.
Madden explicó que en lo que va del año han detectado a 15 personas vinculadas con maras y pandillas, de las cuales 12 son de nacionalidad salvadoreña. El caso más reciente se registró a mediados de abril, cuando un miembro fue rechazado en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
“Las maras y las pandillas son grupos organizados, violentos y buscan posesión de algún territorio y generar algún tipo de desestabilidad. Nosotros no tenemos identificado en Costa Rica algún grupo establecido, sino que hemos localizado personas que pertenecen a estos grupos o miembros que han decidido abandonarlas y buscar refugio”, aseveró Madden.
El jerarca mencionó que previo a esta situación que vive El Salvador e incluso antes de que se dieran deportaciones masivas de pandilleros por parte del gobierno de Estados Unidos, ellos iniciaron procesos de capacitación y fortalecimiento de la policía para dar un mejor seguimiento a estas agrupaciones.
“Antes de que sucediera, se había hecho una coordinación necesaria internacional con las diferentes autoridades, esto nos permitió enviar policías de Migración a El Salvador para capacitarlos. Así pudimos establecer enlaces y comunicación con los homólogos salvadoreños, lo cual en este momento es algo que tenemos y utilizamos en la prevención de estos grupos”, destacó el oficial.
“Fortalecimos la unidad de investigación de la Policía de Migración y creamos una unidad que se especializa única y exclusivamente en el tema de maras y pandillas. A parte de esto, a través de la cooperación internacional, logramos capacitar a diferentes autoridades policiales y administrativas”, añadió Madden.
Según el jerarca, la capacitación del personal es clave en el proceso de detección de miembros de estos grupos que intentan ingresar al país, ya que es a través del perfil que se construye en la entrevistas realizadas por los oficiales en el puesto migratorio donde logran identificar la mayoría.
“A la hora de ingresar, el oficial de Migración tiene que tener la experiencia que le permita realizar el perfil, porque no todos viajan con el mismo. Posiblemente sea una persona que viaje sola, otros temas como la vestimenta se toman en cuenta, ya que algunas personas permanecen identificadas con tatuajes del grupo pandillero al que representan y tratan de ocultarlos bajo su vestimenta”, apuntó Madden.
“Una vez que el oficial comienza la entrevista, hay algunas líneas establecidas de qué deben preguntar para conocer si realmente lo que ellos dicen que vienen a hacer es lo que corresponde. Por eso hemos fortalecido el tema de las capacitaciones y las unidades de investigación, que nos han permitido realizar este trabajo en los últimos cuatro años”, aseguró el oficial.
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Números en aumento
Madden manifestó que la Policía de Migración le presta atención a este fenómeno desde años atrás, por lo que han logrado identificar un incremento en la cantidad de personas que han procesadas en el país por pertenecer a maras o pandillas.
“De acuerdo a lo que tenemos, en lo que tiene que ver con pandillas y maras, desde el 2005 al 2016, lo máximo que logramos nosotros de deportar fueron 21 personas que pertenecían a estos grupos pandilleros. Ya en el 2018 comenzamos a ver un incremento en estos números y más aún en el 2019″, expresó el funcionario.
Según datos brindados por la Dirección General de Migración y Extranjería, para el 2018 identificaron a 39 personas, de las cuales 34 fueron deportadas, cuatro rechazadas y una expulsada. De ese total, 34 eran de nacionalidad salvadoreña y cinco provenían de Nicaragua.
Extranjeros vinculados a maras
FUENTE: Dirección General de Migración y Extranjería. || Infografía / LA NACIÓN.
“Estados Unidos en su momento anunció deportaciones masivas y estuvo con una política muy fuerte de mano dura con respecto a los pandilleros. Nosotros asociamos eso en el 2018 y logramos identificar a esas 39 personas en el país”, destacó Madden.
Los números aumentaron aún más para el 2019, cuando identificaron a 60 personas, la mayoría salvadoreños (52), de los cuales se deportaron 45 y se rechazaron 15. El jerarca explicó que el número se redujo en el 2020 por la pandemia, debido al cierre de fronteras y al reforzamiento con prácticamente todas las policías en las puntos fronterizos.
En ese año se registraron 31 casos, de los cuales 30 fueron deportados y solamente uno rechazado. De nuevo, El Salvador fue el país con más personas identificadas, con un total de 28. Ya para el 2021 la cifra volvió a subir y se identificaron 42 personas pertenecientes a pandillas, 26 salvadoreñas, 15 nicaragüenses y una proveniente de Honduras.