La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, atacó este lunes a la Organización de Estados Americanos (OEA), apenas un día después de que el régimen de Daniel Ortega decidiera retirar las acreditaciones de sus representantes y cerrar las sedes de organismo internacional en suelo nicaragüense.
Así lo reportó el diario La Prensa de dicho país, quienes además informaron que policías se mantienen en el que fue el edificio de la OEA en Managua. “La presencia policial inició la noche del domingo, tras conocerse le comunicado del régimen”, especificó el medio.
Murillo atacó al organismo internacional por ser “un instrumento de dominación de los imperios”. “Nosotros no somos ni volveremos a ser esclavos de nadie. Dejando claro que no estamos en ningún instrumento de dominación de los imperios o del imperio yanqui en particular.
“Dejando claro que por fuera de voluntad y compromiso patriótico nos declaramos más allá de cualquier perversión colonialista, no somos colonia de nadie, por lo tanto, no podemos ser parte de un ministerio de colonias, una dependencia del Departamenteo de Estado yanqui, nosotros no somos serviles, no somos decrépitos, no somos decadentes, no somos reducidos por la servidumbre yanqui”, atacó la vicepresidenta del régimen.
En su discurso, Murillo agregó que “todo lo contrario, nosotros le plantamos cara al yanqui cuando vemos con ira, porque es santa, la ira santa que reclama derechos y la que no se deja humillar cuando vemos que continúa con conductas históricas, perversas y trasnochadas como si el mundo fuera el mismo como que los pueblos no hemos cambiado y sobre todo en nuestra América Caribeña”.
Este domingo, el régimen de Ortega anunció el retiro de las credenciales a los representantes de Nicaragua ante la OEA, y añadió que “no tendremos presencia en ninguna de las instancias de ese diabólico instrumento del mal”.
La sede de dicha organización internacional en Nicaragua está ubicada en las Sierritas de Santo Domingo, en la capital, Managua. Según consigna el sitio web oficial del organismo, “no hay representante asignado a la Oficina de la Secretaría General en Nicaragua”.
La OEA reaccionó a la decisión de Ortega, y aseguró que “es una violación de las más elementales normas internacionales. Nicaragua es miembro fundador de la OEA”. Además, en un comunicado, recordaron que el proceso para que un país deje de ser parte del organismo tarda dos años.
“Si bien ha denunciado su Carta, esta denuncia solo entrará en vigor a fines del año 2023 (...) Hasta tanto, Nicaragua es miembro pleno de la Organización y debe cumplir con todos sus compromisos. El artículo 33 de la Carta de la OEA garantiza la inmunidad de sus actividades en los países miembros.
“Sus oficias, archivos y documentos gozan de la más absoluta inviolabilidad. Su violación por las autoridades nicaragüenses les hace internacionalmente responsables por sus consecuencias”, agregó el ente.
Por su parte, el canciller nicaragüense Denis Moncada aseguró durante una entrevista a un medio oficialista que en su país no había un representante de la OEA acreditado.
“La OEA tiene una especie de representantes, embajadores en varios países de América Latina y el Caribe, en Nicaragua desde hace rato hay una sede en donde en algún momento hay representante, pero el representante no estaba porque el país no había aceptado propuestas de la OEA para tener un representante titular del Secretario General”, indicó Moncada.
Finalmente, el canciller aseguró que no podía permitir que haya en Nicaragua un representante de Luis Almagro, Secretario General de la OEA, dado que “es alguien que actúa de una manera cuasi delincuencial, diríamos y que realmente distorsiona totalmente el papel de un secretario general, que debe ser un papel y una función sin recibir orientaciones de ningún Estado”.