San Salvador. La tormenta tropical Julia se debilitó este lunes en su avance por el Pacífico hacia Guatemala, después de dejar cuatro muertos en El Salvador y Honduras, además de inundaciones y daños materiales en ambos países y Nicaragua.
La Policía de El Salvador informó en Twitter que “al menos dos personas murieron soterradas” tras el derrumbe de un muro que destruyó una vivienda en el poblado de Guatajiagua, unos 150 kilómetros (km) al este de San Salvador.
LEA MÁS: Julia causa estragos en Nicaragua y deja 13.000 evacuados
“Removemos escombros para recuperar los cadáveres”, consignó la Policía en Twitter. Wilmer Wood, alcalde de la localidad de Brus Laguna, en el departamento de Gracias a Dios (este), en Honduras, reportó que dos personas murieron tras naufragar una lancha por efecto de Julia.
Una personas más se encuentra desaparecida, agregó Wood. El centro de Julia se movía en las primeras horas de este lunes en el océano Pacífico a unos 65 km al oeste de San Salvador, y según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) se mantiene “el riesgo” de inundaciones y deslizamientos de tierra que “amenazan la vida” en Centroamérica y el sur de México.
“Se pronostica un debilitamiento y se espera que Julia se convierta en una depresión tropical más tarde hoy y se disipe esta noche”, señaló el CNH. El ciclón tocó tierra en la costa caribeña de Nicaragua la madrugada del domingo como huracán categoría 1, pero se degradó a tormenta tropical azotando con fuertes lluvias y vientos antes de salir al océano Pacífico la noche del domingo.
En El Salvador, donde las autoridades se mantienen en alerta roja, Julia descargó persistentes lluvias con intensas ráfagas de viento que derribaron árboles, anegaron carreteras y obligaron a las autoridades a realizar evacuaciones preventivas.
“La zona oriental (de El Salvador) es la que está registrando mayores acumulados de lluvia” hasta con 177 milímetros en la ciudad de La Unión (este), consignó en Twitter el ministro de Medio Ambiente, Fernando López.
“Ha sido un diluvio con fuertes vientos que nos mantuvo sin dormir y nos dejó sin electricidad”, declaró a la AFP Marina Pacheco en el suroriental departamento de Usulután. El gobierno habilitó unos 70 albergues en todo el territorio, con capacidad para un poco más de 3.000 personas.
Aparecen las afectaciones
El gobierno nicaragüense declaró una alerta roja tras los estragos que dejó Julia a su paso por el territorio, entre ellos desbordamiento de ríos, daños a viviendas, vías, escuelas y las comunicaciones, según un comunicado emitido por Presidencia.
La vicepresidenta Rosario Murillo detalló que Julia dejó 7.500 personas afectadas, 3.000 viviendas inundadas, otras 2.000 con techos dañados por los vientos, 78 ríos desbordados y muros derrumbados.
Julia, que se desplaza a 24 kilómetros por hora (km/h), se encontraba con vientos máximos de 65 km en su avance a la costa de Guatemala, detalló el Centro Nacional de Huracanes. Según la vicepresidenta, de momento no se reportan fallecidos en Nicaragua, en donde las clases en escuelas y universidades han sido suspendidas.
En Guatemala, que está en alerta roja, el presidente Alejandro Giammattei anunció que se suspendieron las clases por causa del ciclón y dijo que están disponibles 1.855 albergues para el resguardo de víctimas. Según Protección Civil, en Guatemala se registran 66.350 personas afectadas en su circulación por daños en carreteras o en puentes.
LEA MÁS: Así quedó San Andrés por el paso de Julia
En Honduras, donde las autoridades se mantienen en alerta, la Empresa Hondureña de Infraestructura y Servicios Aeroportuarios (EHISA) anunció que el aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales en San Pedro Sula suspendió operaciones “temporalmente” hasta este lunes.
En Costa Rica, las autoridades anunciaron la suspensión de clases. Y en Panamá, ante la llegada de Julia, las autoridades realizaron evacuaciones en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, en el Pacífico, tras registrarse deslizamientos de tierra y el colapso de algunas infraestructuras.
Julia es segundo huracán de la temporada 2022 que afecta a Centroamérica después de que en julio Bonnie ingresara por el Caribe por la frontera entre Nicaragua y Costa Rica. El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera tormentas y huracanes más poderosos y con mayor cantidad de agua, según los expertos.