Los expresidentes de Costa Rica, Óscar Arias (1986-1990, 2006-2010), Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002) y Luis Guillermo Solís (2014-2018), firmaron un pronunciamiento en contra de las intenciones del mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, de reelegirse inmediatamente para quedarse cinco años más en el cargo.
Se trata de la Declaración Sobre la Prohibición de la Reelección del Presidente de El Salvador, formulada por los exgobernantes que integran la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA).
El pronunciamiento, firmado también por otros exmandatarios de la región, señala que de consumarse los deseos electorales de Bukele, se alteraría “el orden constitucional” de El Salvador y afectaría “gravemente su orden democrático”.
La declaración señala expresamente: “La Constitución de la República del Salvador en vigor consagra en su artículo 88 el principio de ‘la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República’ —proclamado por la Declaración de Santiago de Chile adoptada por los países miembros de la OEA en 1959— y señala como mandato constitucional, a la vez, el desconocimiento del presidente quien habiendo concluido su período pretenda seguir en ejercicio.
“Y proscribe expresamente, que sea candidato ‘el que haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial”, se lee en el documento.
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Bukele anunció que presentaría su candidatura para los comicios generales del 2024, durante su discurso por la celebración de los 201 años de Independencia de El Salvador, el pasado 15 de setiembre.
“Luego de conversarlo con mi esposa Gabriela y con mi familia, anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido correr como candidato a la presidencia de la República”, indicó. Además, durante su anuncio, el mandatario exclamó que ese era el día de la verdadera independencia de su país.
Organizaciones, analistas, políticos y periodistas salvadoreños han advertido que la Constitución Política prohíbe la reelección continua en ese país.
Por el contrario, el asesor político del presidente, Javier Argueta, estima que si el gobernante postula su nombre “deberá pedir una licencia o renunciar a su cargo”.
A criterio de Argueta, la Sala Constitucional de El Salvador emitió un fallo que permite que los presidentes se postulen para la reelección consecutiva, hecho considerado contrario a la Carta Magna de ese país. Los magistrados tomaron esa decisión el 3 de setiembre de 2021, anticipándose a las intenciones de Bukele de prolongar su estancia en el poder.
Según la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), la decisión que faculta la reelección de Bukele “desafía a la constitución que explícitamente prohíbe las reelecciones presidenciales consecutivas. Además, ha encendido las alarmas pues podría representar un primer paso en avanzar hacia la reelección indefinida”.
A lo anterior también se refirieron los exmandatarios en el documento de IDEA: “En una democracia representativa es necesario que el ejercicio del poder se encuentre sometido a reglas, fijadas de antemano y conocidas previamente por todos los ciudadanos. En esa medida el proceso democrático, requiere de ciertas reglas que limiten el poder de las mayorías expresado en las urnas para proteger a las minorías. Por lo tanto, las reglas de acceso al ejercicio del poder no pueden ser modificadas sin ningún limite por quienes temporalmente se encuentran ejerciendo el poder político”.
Luego de conocer la intención de Bukele, la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla (2010-2014) expresó también su desacuerdo con la reelección. “¡Pobre Centroamérica! Condenada a volver sus propios pasos, atada por siempre al designio de inescrupulosos gobernantes nutridos en la obsesión del poder absoluto. A Nicaragua se une El Salvador”, escribió Chinchilla en su cuenta de Twitter.
Además de los tres exmandatarios costarricenses, la declaración también fue firmada por: José María Aznar, de España; Nicolás Ardito, Mireya Moscoso y Ernesto Pérez, de Panamá; Felipe Calderón y Vicente Fox, de México; Federico Franco y Juan Carlos Wasmosy, de Paraguay; Eduardo Frei, de Chile; César Gaviria y Andrés Pastrana, de Colombia; Luis Gutiérrez, Jamil Mahuad y Osvaldo Hurtado, de Ecuador; Luis Alberto Lacalle y Julio María Sanguinetti, de Uruguay; Mauricio Macri, de Argentina; y Jorge Tuto Quiroga, de Bolivia.
Bukele cada vez es más aislado de comunidad internacional, pues su administración se caracteriza por la “guerra contra las pandillas” y el régimen de excepción, el cual permite las detenciones masivas sin orden judicial. Desde la aplicación de este régimen —que no deja de ser prolongado por la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista—, ya se detuvieron a 52.000 personas, muchas de ellas sin siquiera pertenecer a una organización criminal.
De hecho, numerosas organizaciones de derechos humanos se refirieron al respecto; sin embargo, Bukele justifica que sus acciones son por el mejor interés de su país y que solo hay “un margen de error del 1%” en las capturas.