San Salvador. El Congreso de El Salvador, dominado por el oficialismo, prorrogó este miércoles por 30 días el régimen de excepción para mantener el curso de una “guerra” del presidente Nayib Bukele contra las pandillas, que suma casi 66.000 detenidos, y que cumplirá un año el 27 de marzo.
"Con 67 votos a favor queda aprobada la iniciativa del presidente de la república por medio del consejo de ministros en el sentido se prolongue el régimen de excepción en todo el territorio nacional por el término de 30 días", declaró el presidente del Congreso, Ernesto Castro.
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Se trata de la duodécima prórroga que estará vigente del 18 de marzo al 16 de abril para enfrentar a la estructura de pandillas que subsisten de las extorsiones, el sicariato y la venta de drogas. Los mismos grupos criminales que negociaron con Bukele cuando aspiró a la presidencia de la República, según las autoridades de los Estados Unidos.
El 23 de febrero anterior, el Departamento de Justicia norteamericano hizo público un documento en el que la Fiscalía presentó una denuncia en contra de 13 líderes de la Mara Salvatrucha (MS-13).
En esas páginas se señalan a dos altos funcionarios del Gobierno de Bukele por haber negociado una reducción de homicidios a cambio de beneficios entre los años 2019-2021, lo que beneficiaría la popularidad del entonces candidato a la presidencia.
Ahora, estadísticas oficiales registran que 65.795 presuntos pandilleros fue detenidos, y la Policía les ha incautado 2.513 armas de fuego, 3.167 vehículos, en los que se incluyen taxis y autobuses.
Criticado por organismos humanitarios, el régimen de excepción permite detenciones sin orden judicial, y se instauró en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo.
Estadísticas oficiales registran que 65.795 presuntos pandilleros fueron detenidos, y la Policía les incautó 2.513 armas de fuego, 3.167 vehículos, en los que se incluyen taxis y autobuses.
En las cárceles de El Salvador hasta antes de marzo del año pasado había una población de 16.000 pandilleros.
Un 92,5% de los salvadoreños califican de “muy bueno o bueno” el esquema de seguridad pública de Bukele que incluye la lucha contra las pandillas, según una encuesta publicada este miércoles por el rotativo La Prensa Gráfica.
La misma encuesta determinó que el 91% de los salvadoreños aprueban la gestión de Bukele, luego de tres años y nueve meses de mandato.
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Segundo traslado de pandilleros a la “cárcel más grande de América”
Un segundo grupo de 2.000 supuestos pandilleros presos fue trasladado este miércoles bajo fuertes medidas de seguridad a la cárcel “más grande de América”, informó el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a pocas semanas de que su “guerra” contra esas bandas cumpla un año.
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“En un nuevo operativo, trasladamos al segundo grupo de 2.000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Con esto, ya son 4.000 pandilleros los que habitan en la cárcel más criticada del mundo”, escribió Bukele en Twitter.
La megacárcel, con capacidad para 40.000 presos, tiene un severo régimen de reclusión que es denunciado por organismos de derechos humanos.
Entre los presos trasladados al CECOT este miércoles, según un comunicado de la presidencia, figura un “ranflero histórico (dirigente fundador), 57 ranfleros nacionales, 33 mandos de diferente categoría, 43 “gatilleros” y 1.866 “homeboys”.
El mandatario divulgó imágenes del traslado, que se inició en la madrugada, desde el penal de Izalco hasta la megacárcel ubicada en un área rural de Tecoluca, unos 74 km al sureste de San Salvador.
El ministro de la Defensa, René Francis Merino, informó que 1.200 militares brindaron seguridad en tierra durante el traslado, que fue seguido desde el aire por tres helicópteros de la Fuerza Aérea.
Los primeros 2.000 pandilleros llegaron al CECOT el 24 de febrero.
Provista de alta tecnología para la vigilancia, la gigantesca cárcel fue inaugurada a principios de febrero por el propio Bukele.
En el video que el mandatario compartió en Twitter se observa a muchos presos tatuados, descalzos, encadenados y con sus torsos desnudos, vistiendo apenas un pantaloncillo blanco.
El presidio fue construido para recluir a parte de los 65.000 supuestos pandilleros detenidos bajo un régimen de excepción decretado por el Congreso a pedido de Bukele, en respuesta a una escalada de violencia que se cobró la vida de 87 personas entre el 25 y el 27 de marzo de 2022.
La operación de este miércoles coincidió con una nueva solicitud del ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, para que el Congreso extienda el régimen de excepción por 30 días, totalizando un año de vigencia de esa medida que permite detenciones sin orden judicial.
Los pandilleros “no van a regresar nunca a las comunidades, a las colonias, a los barrios y a nuestras ciudades”, declaró Villatoro al momento de pedir la prórroga del régimen de excepción.
Para construir la megacárcel el gobierno compró 166 hectáreas de terreno, 23 de las cuales albergan ocho pabellones dentro de un muro de concreto de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros de extensión, protegido por alambradas electrificadas.