Estocolmo. EFE. El primer ministro sueco, el socialdemócrata Goeran Persson, presentó la dimisión de su gobierno ante el presidente del Parlamento, Bjoern von Sydow, tras la derrota sufrida por el bloque de izquierda frente a la oposición de centro-derecha en las elecciones legislativas.
Persson, que había dicho que convocaría a un congreso extraordinario del partido para marzo y allí dejaría el liderazgo, dijo que conservaría hasta entonces su diputación en el Parlamento, pero no aclaró qué hará luego.
Antes de reunirse con Von Sydow, Persson criticó a quienes piden la renuncia de la secretaria general del partido, Marita Ulvskog, y señaló que ella debe ser la encargada de organizar el congreso extraordinario.
Persson negó que la derrota del bloque de izquierda se deba a que habló poco de la política laboral, y no quiso señalar tampoco a ningún sucesor para el cargo que ha ocupado durante una década.
Primeros pasos. En tanto, Fredrik Reinfeldt, quien asumirá el cargo como próximo primer ministro, comenzó ayer mismo las conversaciones para la formación de un gobierno de coalición.
Reinfeldt, de 41 años, dijo que acordaron comenzar un proceso de formar un gobierno en que los cuatros líderes de la alianza serán responsables, refiriéndose a los partidos Moderado, Liberal del Pueblo, del Centro y Demócrata Cristiano.
Aclaró que los cuatro socios de la alianza necesitarán tiempo para decidir los cargos ministeriales. Tienen tiempo hasta el 6 de octubre para presentar un gabinete al parlamento.
La fuerte economía de Suecia le da a Reinfeldt libertad de acción para sus planes de reformas. Se comprometió a tener un estado de bienestar que fomente el empleo con recortes en los beneficios e impuestos para estimular el trabajo.
La alianza ganó la elección del domingo con el 48,1% de los votos contra el 46,2% de Persson y sus aliados. Con esos resultados, la coalición vencedora obtuvo 178 bancas de 349 disponibles.
Además de recibir un país con crecimiento sostenido e inflación baja, Reinfeldt hereda unas finanzas sólidas. Está a favor de unirse a la OTAN si hay acuerdo amplio, pero no tiene planes de un referendo respecto a la moneda europea durante los próximos cuatro años.