Kiruna (AP). Los estados árticos acordaron el miércoles permitir que países distantes del norte de la Tierra asistan como observadores a su consejo diplomático, impulsando a superpotencias emergentes como China, India y Corea del Sur, que buscan aprovechar la energía y otros recursos naturales sin explotar de la región.
A la Unión Europea también se le concedió provisionalmente la condición de observador ante el Consejo de ocho estados, pero primero debe responder a varios cuestionamientos sobre su oferta, incluyendo las preocupaciones sobre la prohibición de las exportaciones canadienses de focas.
Fue una decisión extraña, pero no del todo inesperada por el Consejo Ártico, un organismo poco conocido que tradicionalmente ha servido como guardián de los derechos de los pueblos nativos de la región y protector de su frágil ecosistema.
El deshielo generalizado del Ártico, que mantiene al resto del mundo más fresco, ha alarmado a los ecologistas. A la vez, se ha convertido en un atractivo económico para los países que buscan transportar cargamentos por barco a través de mares que alguna vez estuvieron congelados.
El calentamiento global está permitiendo el acceso a los remotos recursos de petróleo, gas, minerales y metales preciosos del Ártico, en algunos casos por primera vez, al tiempo que países como China e India buscan fuentes de energía adicionales.
Las autoridades calculan que el Ártico contiene 13% de las reservas de petróleo no descubierto del mundo, y 30% de los yacimientos de gas no descubiertos.
Ministros sugirieron que la inclusión de las naciones “hambrientas de energía ” en el Consejo Ártico las obligará a defender el objetivo principales del panel diplomático de salvaguardar la región.
“No hay nada gratis” , dijo el canciller noruego Espen Barth Eide. “Al convertirse en un observador también se suscriben los principios de esta organización, y esa es la razón por la que trabajamos para hacer que sucediera” .
En total seis países —China, India, Italia, Japón, Corea y Singapur— recibieron la condición de observador en el consejo, con lo que se unieron a varios países europeos aceptados previamente.
Los ocho estados que son miembros permanentes del grupo no vinculante tienen contacto geográfico con el Círculo Polar Ártico. Estados Unidos está conectado a través de Alaska. Dinamarca lo está a través de su relación con Groenlandia, que es un territorio semiautónomo.