Bogotá. Recientes combates entre rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la frontera entre Colombia y Venezuela dejaron 13 muertos. La violencia se extendió por más de diez días, informaron autoridades locales este lunes.
Desde el 16 de enero, el ELN se enfrenta contra disidentes que se apartaron del acuerdo de paz de 2016. Ambas facciones buscan controlar el narcotráfico en la región del Catatumbo, situada en la frontera.
La arremetida dejó un total de 54 muertos, más de 48.000 desplazados, 11 heridos y 12 desaparecidos. Así lo reportó la gobernación local en un nuevo balance que redujo la cifra inicial de fallecidos.
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“Lo que se manifiesta es que desde el día viernes, en horas de la tarde, empezó la confrontación entre las dos insurgencias”, indicó Celso Rincón, personero de la Defensoría del Pueblo, en declaraciones a Blu Radio. Según Rincón, los cuerpos identificados en el poblado La Cecilia “posiblemente” pertenecían a las disidencias de las FARC.
El funcionario señaló que algunos de los fallecidos eran menores de edad y afirmó que podría haber más víctimas sin identificar en zonas montañosas de difícil acceso. Además, denunció que el ELN realizó ejecuciones selectivas al ir “casa por casa” para eliminar a quienes considera aliados de las disidencias.
Doce firmantes del acuerdo de paz están desaparecidos, y otros cuatro han sido asesinados, según la Defensoría del Pueblo. En contraste, un centenar de disidentes entregaron sus armas al Ejército en medio de la crisis.

Retomar el control
El presidente Gustavo Petro, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y altos mandos militares se reunieron en el municipio de Ocaña para diseñar estrategias que mitiguen la crisis.
Más de 10.000 uniformados están desplegados en esta región, conocida por sus cultivos ilícitos. El Ministerio de Defensa informó sobre cuatro operaciones ofensivas en curso dirigidas contra el ELN y otros grupos armados.
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Periodistas de esta agencia visitaron localidades como La Cecilia, donde los guerrilleros imponen un régimen de terror. En su lucha por desarticular el Frente 33 de las disidencias, el ELN busca consolidar su control territorial.
Con 60 años de historia, el ELN cuenta con un músculo militar superior al de las disidencias, con 5.800 combatientes en sus filas. “Pretendemos estabilizar la región, recuperar el control legal sobre el territorio y generar condiciones para el retorno”, afirmó Velásquez.

Paz en vilo
Algunos municipios del Catatumbo se convirtieron en enormes campamentos de desplazados. Familias enteras llegan por cientos cada día, mientras otros huyen hacia Venezuela en el mayor éxodo masivo registrado desde 1997.
Ante el recrudecimiento de la violencia, Petro suspendió las negociaciones de paz con el ELN y declaró el “estado de conmoción interior”. La Fiscalía reactivó las órdenes de captura contra los líderes del grupo rebelde.
El Ministerio de Defensa ofreció una recompensa de 3.000 millones de pesos colombianos (unos $710.000) por información que permita capturar a los principales jefes del ELN: “Antonio García”, “Pablo Beltrán” y “Gabino”.
Las autoridades advierten que las cifras de muertos podrían aumentar. “Hay sitios muy alejados, hay sitios muy selváticos, como nuestra selva del Catatumbo. Yo me imagino que van a aparecer más cuerpos. De hecho, al mismo inspector de policía le manifestaban que había más cuerpos en esa zona del departamento”, señaló George Quintero, secretario de seguridad de Norte de Santander.
Desde que asumió el poder en 2022, Petro buscó acercamientos de paz con los grupos armados para poner fin a seis décadas de conflicto. Sin embargo, la oposición lo critica por ser indulgente, argumentando que las organizaciones se han fortalecido bajo su gobierno.