Washington. “Peculiar” es la palabra que define al sistema electoral de Estados Unidos, donde Donald Trump derrotó a Hillary Clinton en 2016 con casi tres millones de votos menos, y George W. Bush derrotó a Al Gore en el 2000 con casi 500.000 sufragios menos.
En ambos casos, la victoria de los candidatos republicanos obedeció a que, a pesar de no ganar el voto popular (masivo), superaron los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para abrirse las puertas de la Casa Blanca.
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Las curiosidades de este sistema entran en acción para la reñida campaña del 2024, que enfrenta al republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris. A continuación, le explicamos las principales características del modelo;
Origen del sistema electoral
El sistema electoral de Estados Unidos se basa en la Constitución de 1787, que estableció que los comicios presidenciales serían por sufragio universal indirecto en una sola votación. Los padres fundadores lo consideraron un término medio entre elegir al presidente por sufragio universal directo o por el Congreso, considerado poco democrático.
A lo largo de las décadas, se presentaron cientos de propuestas de enmienda al Congreso para modificar o abolir el Colegio Electoral, pero ninguna prosperó.
¿Qué es el Colegio Electoral?
Una de las particularidades del sistema estadounidense es que la elección del presidente y del vicepresidente no se decide con el voto directo del ciudadano. Los ganadores son definidos por medio de una instancia denominada Colegio Electoral, la cual es integrada por 538 miembros o “grandes electores” que están repartidos entre 50 estados y la capital, Washington D.C.
La mayoría de ellos son congresistas, funcionarios y personeros locales de los partidos, pero sus nombres no aparecen en las papeletas de voto y son, en su inmensa mayoría, desconocidos para la opinión pública.
Resulta, entonces, que para las elecciones del 2024 los estadounidenses ejercen su derecho al voto universal directo acudiendo a las urnas o enviando sus votos por correo en forma anticipada. No obstante, a la hora de contabilizar los sufragios se utiliza el voto representativo, el cual ejercerán casi un mes después los “grandes electores” o miembros del Colegio Electoral.
Votos electorales por estado
Cada estado tiene un número asignado de votos electorales, basado en su representación en el Congreso (Cámara de Representantes y Senado). Por ello, hay estados que tienen un mayor peso como California que tiene 55 votos electorales, Texas (38), Nueva York (29), Florida (29), Illinois (20), Pensilvania (20), Ohio (18), Georgia (16) y Michigan (16).
Entonces, el candidato que reciba la mayor cantidad de votos directos en California, por ejemplo, ganará automáticamente los 55 votos electorales asignados a ese estado. El ganador definitivo será aquel que alcance, al menos, 270 votos electorales a nivel nacional.
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Otra curiosidad del sistema es que existe la posibilidad de que un candidato obtenga la mayoría de los sufragios directos (voto popular) a nivel nacional, pero que no alcance la mayoría en el Colegio Electoral porque los estados en donde recibió mayor apoyo en términos absolutos tenían asignados menos votos electorales.
De hecho, cinco presidentes en la historia de Estados Unidos ganaron sin obtener la mayoría del voto popular, entre ellos Donald Trump en el 2016 y George W. Bush en el 2000.
¿Cuándo votan los grandes electores?
En la noche del 5 de noviembre las cadenas noticiosas anunciarán el ganador de las elecciones de Estados Unidos, con base en la sumatoria de votos electorales conquistados por los partidos en disputa. Sin embargo, será hasta el 17 de diciembre cuando los “grandes electores” se reunirán para ejercer el voto representativo.
Dicho proceso suele ser un mero trámite pues, aunque la Constitución no obliga a los “grandes electores” a votar por uno u otro candidato, ellos suelen respetar la voluntad popular expresada por los ciudadanos de sus respectivos estados.
Algunos estados los obligan a respetar el voto mayoritario. En julio del 2020, la Corte Suprema dictaminó que estos grandes electores “desleales” podían ser castigados si hacían caso omiso de la elección de los ciudadanos.
Finalmente, 6 de enero del 2025, tras contar todos los votos, el Congreso anunciará solemnemente el nombre del próximo presidente de Estados Unidos, aunque en la realidad el ganador se conocería dos meses antes.
¿Qué pasa si hay empate en votos electorales?
La página oficial del Colegio Electoral estadounidense establece lo siguiente:
Si ningún candidato recibe la mayoría de los votos electorales, la elección pasa al Congreso.
- La Cámara de Representantes elige al ganador de la presidencia entre los tres candidatos principales, que tengan más votos electorales.
- El Senado elige al vicepresidente entre los dos candidatos principales restantes, que tengan más votos electorales.
Esto sucedió dos veces; en 1800, cuando la Cámara de Representantes intervino para elegir a Thomas Jefferson, y en 1824 con la elección de John Quincy Adams como presidente.