Los bombardeos rusos mataron este viernes a 15 personas y obligaron a evacuar los hospitales de la ciudad ucraniana de Jersón, en una ofensiva que en los últimos días dejó sin luz, agua y calefacción a muchas grandes ciudades del país.
Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hay “más de seis millones” de hogares sin electricidad, pese a los esfuerzos de reconexión a la red en momentos en que las temperaturas tocan los cero grados centígrados.
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Los bombardeos de este viernes siguen machacando Jersón (sur), la primera gran ciudad en caer en manos rusas, tras la invasión del 24 de febrero, y recuperada por los ucranianos el 11 de noviembre de este año, en el último gran revés de la ofensiva del presidente ruso, Vladimir Putin.
“Hoy murieron 15 habitantes de la ciudad de Jersón y 35 resultaron heridos, entre ellos, un niño, debido a los bombardeos del enemigo”, dijo Galyna Lugova, una funcionaria de la administración militar local, en las redes sociales.
Los “constantes” ataques rusos también obligaron a evacuar hospitales de la ciudad, añadió. Otro bombardeo ya había causado 11 muertos y casi 50 heridos el jueves por la noche en esta localidad.
Más de 6 millones de hogares sin luz
“Más de seis millones de hogares” siguen afectados por los cortes de luz, dos días después de un bombardeo masivo ruso contra las infraestructuras energéticas del país, reveló Zelenski.
“Esta noche (viernes), hay apagones en la mayoría de las regiones de Ucrania y en Kiev” la capital, indicó el mandatario en sus redes redes sociales.
Zelenski denunció la estrategia de destruir las infraestructuras en momento en que las temperaturas caen por la llegada del invierno como un “crimen contra la humanidad” y sus aliados occidentales la definieron como “crímenes de guerra”.
“Tenemos que soportar este invierno, un invierno que todo el mundo recordará”, alegó el mandatario.
Rusia asegura que solo apunta contra infraestructuras militares y acusa a la defensa antiaérea ucraniana de los apagones.
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Así es nuestra vida
Tras los bombardeos del miércoles, los ingenieros ucranianos siguen reparando los daños. “Un tercio de las viviendas de Kiev ya tiene calefacción”, apuntó el alcalde de la capital, Vitali Klitschko. Entre tanto, “la mitad de los usuarios sigue sin electricidad”, agregó.
Albina Bilogub, una vecina que se quedó sin gas ni calefacción, explicó que sus hijos estaban durmiendo juntos en la misma habitación para darse calor. “Así es nuestra vida. Un suéter, otro suéter y otro más. Así es como vivimos ahora”, contó.
El presidente del consejo de administración del operador eléctrico nacional, Ukrenergo, Volodimir Kudriski, consideró que el sistema energético ucraniano había “pasado el momento más difícil” después del ataque.
La electricidad fue parcialmente restaurada y “el sistema energético vuelve a estar conectado” al de la Unión Europea, informó.
Este viernes se formaron filas de vehículos para repostar en varias gasolineras de Kiev, observaron periodistas de la AFP. En barrios de la capital, la red de telefonía móvil seguía sin funcionar bien.
Guerra sin fin
Las potencias occidentales proporcionaron sistemas de defensa antiaérea a Ucrania, pero estos podrían resultar insuficientes.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly, anunció más ayudas durante una visita a Kiev. También ofreció apoyo a las “supervivientes de las violencias sexuales perpetradas por el ejército ruso”.
Francia y Alemania “apoyarán a Ucrania” hasta que termine el conflicto, afirmó por su lado la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, tras reunirse en Berlín con el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz. Hasta ahora no hay señales de que el conflicto pueda acabar a corto plazo.
Putin proclamó este viernes que Rusia va a “alcanzar sus objetivos” en Ucrania y denunció a los “enemigos del área informativa” que buscan “depreciar y desacreditar” la operación militar rusa.
El mandatario hizo esas declaraciones al reunirse por primera vez con un grupo de madres de soldados rusos muertos en Ucrania, a quienes les dijo que compartía su “dolor”.