Territorios Palestinos. La guerra entre Israel y Hamás en Gaza llegó el martes a los 200 días sin señales de desescalada ni indicios de que el movimiento islamista esté dispuesto a liberar a sus rehenes o de que Israel renuncie a invadir Rafah, al sur del territorio palestino.
En las últimas 24 horas, los bombardeos israelíes cobraron la vida de 32 palestinos, según informó el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, elevando el saldo total de muertos desde el inicio del conflicto el 7 de octubre a 34.183, en su mayoría civiles.
El ejército israelí bombardeó el centro de la Franja durante la madrugada del martes, alcanzando las cercanías del campo de refugiados de Bureij y el campo de Nuseirat, según reportó un corresponsal de esta agencia.
Israel indicó que atacó múltiples posiciones de Hamás en el sur de la Franja y que sus aviones bombardearon “unos 25 objetivos” durante la noche, incluyendo puestos de observación militar.
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El conflicto comenzó el 7 de octubre, con una incursión de milicianos islamistas que dejó unas 1.170 personas muertas en el sur de Israel y secuestró a unas 250, según un recuento de esta agencia basado en datos oficiales israelíes.
Tras un intercambio de rehenes por prisioneros palestinos durante una tregua de una semana a fines de noviembre, 129 personas aún permanecen cautivas en Gaza, de las cuales 34 habrían fallecido, según autoridades israelíes.
Guerra mantiene en vilo al mundo
La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, instó el martes a la liberación de los rehenes. “Durante 200 días, el mundo se ha detenido por sus familias (...) Mientras no se libere a los rehenes, no descansaremos. Solo cuando hayan vuelto a sus casas habrá una oportunidad para la paz”, escribió en X.
Catar, junto con Egipto y Estados Unidos, actúa como mediador para conseguir una tregua y la liberación de los rehenes. Afirmó que los representantes de Hamás permanecerán en Doha mientras su presencia sea “útil y positiva” para avanzar en las negociaciones.
El primer ministro catarí, Mohamed bin Abdelrahman Al Thani, indicó la semana pasada que su país estaba “llevando a cabo una reevaluación global de su papel” como mediador, alimentando especulaciones de que Hamás, que tiene su buró político en Catar desde 2012, podría abandonar el emirato.
Las negociaciones están estancadas y ambas partes se acusan mutuamente de bloquearlas.
En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu enfrenta una creciente presión para conseguir la liberación de los rehenes. El lunes por la noche, cientos de manifestantes protestaron frente a su residencia en el norte de Tel Aviv, coincidiendo con el inicio de la Pascua judía.
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¿Ofensiva en Rafah?
Los casi 2.4 millones de habitantes de Gaza, asediados por las fuerzas israelíes, están en riesgo de hambruna, según la ONU, que demanda más ayuda humanitaria.
Netanyahu prometió además que continuará su ofensiva contra Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto que, según las autoridades israelíes, es el último gran bastión de Hamás.
La comunidad internacional expresó su preocupación por esa ofensiva terrestre, temiendo una catástrofe humanitaria en una localidad de 1,5 millones de personas, en su mayoría desplazadas por la guerra desde otras zonas de Gaza.
Según funcionarios egipcios citados por el diario estadounidense Wall Street Journal, Israel planea desplazar a civiles de Rafah hacia Jan Yunis, donde pretende instalar carpas y centros de distribución de alimentos. La evacuación duraría entre dos y tres semanas y se realizaría en coordinación con Estados Unidos, Egipto y otros países árabes como Emiratos Árabes Unidos, según los funcionarios egipcios.
El Senado estadounidense comenzará a examinar a partir de este martes un paquete de ayuda para sus aliados, incluido Israel, que podría ser aprobado esta semana. El plan prevé $13.000 millones en ayuda militar para Israel y más de $9.000 millones en ayuda humanitaria para Gaza.
La violencia también aumentó en la frontera de Israel con Líbano, entre el ejército y el movimiento chiita libanés Hezbolá, aliado de Hamás, que este martes dijo haber atacado con drones dos posiciones militares en el norte de Israel, “en respuesta” al deceso de uno de sus miembros durante un bombardeo israelí en el sur de Líbano.