Baraka, RD Congo
Esta es la historia de un fracaso". El veredicto, sin tapujos, es del propio Ernesto Che Guevara al abrir su Diario del Congo, en el que cuenta el intento abortado de exportar la "guerra revolucionaria" a este país, hace medio siglo.El Che Guevara desembarcó en el oriente de lo que hoy es la República Democrática del Congo con una docena de cubanos negros, el 24 de abril de 1965. El pequeño cuerpo expedicionario cruzó el lago Tanganica de este a oeste a partir del puerto de Kigoma, en Tanzania, y atracó en Kibamba.
La zona estaba en manos de los rebeldes Simba ("león" en swahili) y uno de sus líderes era Laurent-Désiré Kabila, padre del actual presidente congoleño, Joseph Kabila.
Enviado por Fidel Castro, el exmédico argentino llegó con la esperanza de hacer del ex-Congo belga, inmenso país en el corazón de África, una plataforma contra el "imperialismo yanqui" y el "neocolonialismo" en el continente.
Violento nacimiento. El joven Estado congoleño aún no tenía cinco años y solo había vivido una sucesión de guerras civiles.
Preparada en seis meses, la independencia del 30 de junio de 1960 fue una catástrofe: en cuestión de días se amotinó el Ejército; Catanga, una provincia grande como España, que concentraba las principales riquezas mineras del país, se separó, y Bélgica intervino militarmente para tratar de restaurar el orden.
El primer ministro, Patrice Lumumba, pidió ayuda a Estados Unidos. Pero multiplicó las torpezas y acabó rompiendo su buena imagen ante los dirigentes estadounidenses durante una visita deplorable a Washington.
Juego geoestratégico. Por despecho, se acercó a la Unión Soviética y se volvió un enemigo para el Tío Sam. En este periodo de Guerra Fría, el Congo era demasiado importante para que los estadounidenses dejen que el país bascule al campo soviético.
El uranio de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima fue extraído en la colonia belga, y el cobalto, tan necesario para las industrias armamentistas, solo se encontraba prácticamente en la Unión Soviética y en el Congo.
Los estadounidenses tenían su hombre dentro del poder, el general Joseph-Désiré Mobutu, jefe de las Fuerzas Armadas.
Lumumba fue asesinado en enero de 1961. La cuestión de la implicación de Estados Unidos en su muerte sigue siendo hoy tema de debate.
Cuando el Che Guevara y sus cubanos desembarcan en Kibamba, Catanga había vuelto ya al regazo de la joven República, pero esta vivía aún horas agitadas.
La rebelión de los simba, que asociaba una mezcla de maoístas y lumumbistas, estalló en 1964. Aunque llega a controlar cerca de un tercio del territorio, en este mes de abril de 1965 solo le quedaban dos pequeñas zonas en el centro del país.
Desencanto del Che. El guerrillero argentino se desengañó pronto. El fervor revolucionario de los rebeldes no brillaba por su intensidad. Los hombres practicaban ritos mágicos que se suponía los volvía invulnerables y poco tenían que ver con el materialismo dialéctico.
Los campos estaban poblados por mujeres y niños. Bebían y bailaban; los tocadiscos difundían una música ensordecedora en la selva.
Por motivos de seguridad, el Che Guevara no había develado a los dirigentes de la revolución que formaría parte del destacamento enviado por Cuba. Una vez en el Congo, avisó a Kabila, con quien había hablado unos meses antes en Brazzaville durante una gira africana, para que viniera a verlo.
Kabila se hallaba entonces en El Cairo, luego en Tanzania. El Che lo esperó dos meses y medio. Su diario refleja su desasosiego.
"Caos organizado", escribió el exfiscal del tribunal revolucionario de La Habana para describir la situación.
Un poco más adelante: "El principal defecto de los congoleños es que no saben disparar".
Por fin llegó Kabila, el 7 de julio... y se volvió a marchar al cabo de cuatro días.
A pesar de los refuerzos cubanos (el cuerpo expedicionario llegó a contar con un centenar de hombres) y de algunos éxitos militares, lo que siguió fue una bajada a los infiernos para el hombre que soñaba con "cubanizar a los congoleños".
Los africanos se negaban a cavar trincheras porque los agujeros en la tierra son para los muertos y salían corriendo en cuanto se producía un choque serio.
En octubre, [[BEGIN:INLINEREF LNCIMA20150421_0116]]Guevara escribió[[END:INLINEREF]] a Castro : "Aquí lo que falta no son armas [...] sobran hombres armados y faltan soldados.
El final se acercaba. Las posiciones de la guerrilla iban cayendo una detrás de otra, por la ofensiva del Ejército y los bombardeos aéreos de pilotos mercenarios occidentales.
El Che Guevara y sus hombres abandonaron el país el 21 de noviembre. Tres días más tarde, Mobutu tomó el poder.
El guerrillero murió en Bolivia, en 1967. Kabila esperaba su hora: apoyado por Ruanda, echó a Mobutu de Kinshasa en mayo de 1997.