Bogotá. Las fuerzas de seguridad propinaron un duro golpe a las disidencias rebeldes que se apartaron del proceso de paz en Colombia, al abatir a uno de sus altos mandos en un operativo militar en el suroeste del país. Euclides España, conocido con el alias de Jhonier, fue “neutralizado”, anunció el presidente Iván Duque en una declaración pública.
Jhonier era uno de los comandantes guerrilleros que se marginaron del acuerdo con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Su nombre está en la lista de terroristas buscados por Estados Unidos, y el gobierno de Duque ofrecía una recompensa equivalente a $755.000 (aproximadamente ¢480 millones) por información sobre su paradero.
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“Este es uno de los golpes más importantes que se le propicia a las disidencias de las FARC. Y estamos hablando de un criminal con más de 25 años de trayectoria asesina y criminal”, destacó el mandatario. Jhonier, cuya edad no fue revelada, coordinaba varias de las organizaciones disidentes que están al mando de ‘Gentil Duarte” e ‘Iván Mordisco”, dos de los hombres más perseguidos en Colombia tras el desarme del grueso de las FARC.
Según las autoridades, cayó en una acción de las tropas militares con apoyo de la Policía en el municipio de Tacueyó, en el departamento del Cauca, donde se concentran grandes extensiones de narcocultivos. “Usamos tecnología de punta para la inteligencia (...) lo mejor de nuestras tropas para que pudieran avanzar principalmente en la noche y es así como hoy, mediando las 3 p. m., se logra neutralizar a este símbolo del mal”, explicó el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, en el mismo acto conjunto.
‘Narcotraficante puro‘
De baja estatura y con sobrepeso, Jhonier era un desconocido para la opinión pública hasta que su imagen empezó a circular en el 2020. Entonces, habló con el investigador Ariel Ávila sobre la campaña de expansión de las disidencias en una entrevista publicada por el diario El Espectador. Vestía camuflado, portaba un fusil y se presentaba como miembro de “la verdadera resistencia armada que no fue a La Habana”, sede del proceso de paz que desmovilizó a 13.000 hombres y mujeres.
Sin embargo, quedaron activos varios frentes guerrilleros que operan sin un mando unificado. La Organización No Gubernamental (ONG) Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) calcula que en total son cerca de 5.000 combatientes, divididos en dos grandes organizaciones, la que encabeza ‘Gentil Duarte” y la ‘Segunda Marquetalia’.
Esta última disidencia está al mando de Iván Márquez, jefe exnegociador de las FARC, quien volvió a las armas en el 2019 alegando incumplimientos estatales del acuerdo de paz. Por su parte, el Gobierno no reconoce a las disidencias como alzados en armas y les da tratamiento de narcotraficantes, ante la lucha que libran con otras agrupaciones por el control de las rutas del tráfico de drogas y de las rentas de la minería ilegal.
Este lunes el jefe de la policía, general Jorge Luis Vargas, describió al abatido Jhonier como un “símbolo del mal” y un “narcotraficante puro”. “Más de 46 policías resultaron lesionados por las instrucciones directas de este delincuente”, añadió el oficial.