Kirkuk, Irak
Yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) atacaron este viernes la ciudad iraquí de Kirkuk (norte) en lo que parece un intento de desviar la atención mientras las fuerzas iraquíes seguían avanzando hacia su bastión de Mosul.
En el quinto día de la ofensiva de las fuerzas iraquíes y combatientes kurdos para arrebatar a los yihadistas su último bastión iraquí, el EI perpetró una serie de ataques coordinados detrás de la línea de frente, en sectores bajo control kurdo.
Al menos 22 personas murieron en los enfrentamientos y en los atentados suicidas que empezaron por la noche.
Según los responsables iraquíes, al menos cinco kamikazes atacaron durante la noche varios edificios gubernamentales de Kirkuk, así como una central eléctrica en obras situada al noroeste de esa ciudad, en la que murieron cuatro técnicos iraníes que trabajaban allí.
Kirkuk fue el viernes escenario de acciones de guerrilla urbana que obligaron a los responsables locales a decretar un toque de queda total en esta ciudad multiétnica, donde cohabitan varias comunidades religiosas, situada a unos 150 kilómetros al sudeste de Mosul, en una región petrolera.
Uno de sus francotiradores abatió a un reportero de una cadena local, Ahmed Hajer Oglu, de 30 años y padre de dos hijos, mientras cubría los enfrentamientos en Kirkuk.
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Un corresponsal de la AFP vio a nueve hombres, "vestidos al estilo afgano", armados con granadas y fusiles, en una calle del barrio de Adan.
Otros testigos oyeron explosiones y disparos durante toda la mañana. Las televisiones locales difundían imágenes de guerrilla urbana en varias zonas de la ciudad.
"Durante la oración de la mañana, vi a yihadistas entrar en la mezquita de Al Mohamadi", señaló a la AFP Haidar Abdel Husein, un profesor que vive en el barrio de Tesaeen. Utilizaron los altavoces para gritar 'Alá Akbar' (Dios es el más grande) y 'Dawla al Islam baqiya' (el EI vencerá)", añadió.
El gobernador de la provincia de Kirkuk, Najmedin Karim, dijo que sospechaba que se habían reactivado células latentes del EI en la ciudad.
Los asaltantes no parecían tener vehículos o equipos pesados.
"Trabajamos sin cese para eliminar las células terroristas antes de acabe el día", dijo a la AFP el coronel Arkan Hamed, de la policía provincial. "Solo la presencia de francotiradores nos impide terminar con ellos rápidamente", añadió.
El EI, a través de su agencia de propaganda Amaq, afirmó que "las fuerzas del EI atacaban la ciudad de Kirkuk desde todos los ejes y controlaban casi la mitad de la ciudad".
Testigos y responsables indicaron sin embargo que estas afirmaciones son exageradas.
Al sur de Kirkuk, en Dakuk, en otro incidente, 15 mujeres que participaban en conmemoraciones chiitas fueron abatidas por un bombardeo aéreo contra el lugar de culto en el que estaban reunidas. Otras cincuenta personas resultaron heridas.
Mientras el EI se prepara para defender Mosul, no parece que el grupo pueda llevar a cabo contraofensivas terrestres de envergadura, como lo hizo en el pasado.
"Van a utilizar cada vez más ataques terroristas y volver a la táctica de una organización totalmente insurreccional", advierte David Witty, un analista y exoficial de las fuerzas especiales de Estados Unidos.
La comunidad internacional parece determinada a hacer frente común contra ellos. El viernes, en Ankara, responsables turcos y estadounidenses, cuyos militares se hallan diseminados en varios frentes del norte iraquí, afirmaron estar decididos a mantener una "estrecha coordinación" para "infligir una derrota duradera" al EI.
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Ofensiva
En el quinto día de la gran ofensiva para arrebatar Mosul a los yihadistas, una operación que implica a miles de miembros de las fuerzas de seguridad y que cuenta con el apoyo de la coalición internacional antiyihadista, las tropas iraquíes seguían ganando terreno.
Las fuerzas kurdas, que controlan Kirkuk, participan en esta ofensiva. "Cerca de 10.000 peshmergas están implicados en esa operación", indicó el mando de los combatientes kurdos en un comunicado.
En la localidad de mayoría cristiana Bartalla, a tan solo 10 kilómetros al este de Mosul, las tropas iraquíes seguían avanzando.
Según Naciones Unidas, solo 5.640 desplazados fueron contabilizados en los tres primeros días de ofensiva, pero espera que "el número de personas vulnerables que intentan ir a zonas seguras aumente a medida que los combates se acercan a las zonas urbanas".
La comunidad internacional está preocupada por el 1,5 millón de civiles bloqueados en Mosul, donde todavía habría entre 3.000 y 4.500 yihadistas que los utilizarían como escudos humanos.