Bagdad
Al menos 17 personas fallecieron, entre miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y de las fuerzas iraquíes, en dos ataques lanzados por los yihadistas en la provincia de Saladino, al norte de la capital, Bagdad.
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Una fuente de seguridad informó a Efe de que los combatientes radicales atacaron la mañana de este sábado una posición de las fuerzas iraquíes en el campo petrolífero de Oyeil, situado a 40 kilómetros al noreste de Tikrit, capital provincial de Saladino.
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Las tropas iraquíes este sábado. (AFP)
En un primer momento, los yihadistas consiguieron controlar algunas posiciones gubernamentales, pero las tropas lograron finalmente recuperarlas, después de la llegada de refuerzos y del apoyo de la aviación del Ejército.
Los enfrentamientos entre los dos bandos causaron la muerte de diez yihadistas y la destrucción de equipamiento militar, y además les fueron incautadas armas y municiones.
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Mientras, al menos tres soldados perdieron la vida y otros 15 resultaron heridos, según la fuente.
Por otra parte, al menos cuatro soldados iraquíes murieron y ocho resultaron heridos en un ataque suicida contra un puesto de control del Ejército en la zona de Al Tarmiya, en la delimitación entre la provincia de Saladino y la de Bagdad.
Irak afronta una cruenta guerra contra el EI, que conquistó en el verano de 2014 amplias regiones del territorio y proclamó un califato en las zonas que controla en este país y en la vecina Siria.
El grupo extremista fue expulsado de amplias zonas de Saladino hace alrededor de un año y medio, pero sigue teniendo presencia en la zona y llevando a cabo ataques contra las fuerzas iraquíes y contra los civiles.