Kiev. Unas 300 personas tuvieron que ser enterradas “en fosas comunes” en Bucha, informó el sábado el alcalde de esta ciudad ubicada al noroeste de Kiev que acaba de ser recuperada por las fuerzas ucranianas, tras semanas de bombardeos y feroces combates con las tropas rusas.
“En Bucha, ya hemos enterrado a 280 personas en fosas comunes”, dijo el alcalde, Anatoly Fedoruk, en una entrevista telefónica con la AFP. Según explicó, se recurrió a esta medida pues fue imposible sepultar a los fallecidos en los cementerios, aún expuestos a los bombardeos rusos.
Este sábado, cuando el gobierno ucraniano anunció que recuperó el control de “toda la región de Kiev”, la prensa pudo ingresar por primera vez en más de un mes a Bucha. Los periodistas observaron al menos 20 cadáveres vestidos con ropa de civil esparcidos en una calle. Dieciséis estaban en la acera de una calle o junto a ella. Tres se hallaban en medio de la calzada y uno en el patio de una vivienda. Un pasaporte ucraniano se hallaba cerca del cadáver maniatado.
Todos los muertos vestían ropas de civil: abrigos, casacas o jerséis, pantalones vaqueros o de jogging y zapatillas deportivas o botas. Dos yacían a proximidad de bicicletas y otro cerca de un coche abandonado. Algunos estaban boca abajo y otros sobre la espalda.
“Todas estas personas fueron asesinadas de un disparo en la nuca”, dijo Fedoruk. Según el alcalde, las víctimas son hombres y mujeres. También dijo haber visto a un niño de 14 años entre los muertos. Muchos de los cuerpos tenían vendas blancas “para mostrar que estaban desarmados”, añadió.
En la ciudad todavía había coches en las calles con “familias enteras muertas: niños, mujeres, abuelas, hombres”, afirmó el alcalde. “Estas son las consecuencias de la ocupación rusa, de las acciones” del enemigo, añadió.
Los rostros de los fallecidos tenían un aspecto ceroso, lo cual podría indicar que llevaban varios días en el lugar. Mientras, en el sur, la Cruz Roja multiplica los esfuerzos para evacuar a miles de personas atrapadas en el puerto de Mariúpol, carentes de comida, agua y electricidad.
Los cadáveres seguían en las calles porque los soldados aún no pasaron por allí, precisó. Las fuerzas ucranianas solo pudieron penetrar completamente en Bucha hace uno o dos días. La ciudad estuvo inaccesible durante casi un mes.
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Se investigan crímenes de guerra
El Tribunal Penal Internacional abrió una investigación por posibles crímenes de guerra en Ucrania. En una entrevista publicada este sábado por un diario suizo, la exfiscal de crímenes de guerra Carla Del Ponte dijo que ese tribunal debe lanzar una orden de arresto contra Putin, a quien calificó de “criminal de guerra”.
Según la ONU, más de 4 millones de refugiados huyeron de Ucrania desde la invasión rusa y en total hay más de 10 millones de desplazados.
En tanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó que envió un equipo a Mariúpol para evacuar civiles, tras un intento fallido el viernes, debido a que “las condiciones hicieron imposible proceder” con la operación.
Mariúpol, a orillas del mar de Azov, soportó semanas de feroz bombardeo ruso, con al menos 5.000 habitantes muertos según las autoridades locales, y 160.000 personas atrapadas en la ciudad en ruinas.
“Hemos logrado rescatar a 6.266 personas, incluyendo a 3.071 de Mariúpol”, declaró el presidente Zelenski en un mensaje por video la mañana del sábado.
Decenas de buses con pobladores que huyeron de la devastación en Mariúpol llegaron el viernes a Zaporiyia, al menos 200 kilómetros al noroeste, según un periodista de AFP en el sitio.
“Lloramos cuando llegamos a esta zona. Lloramos cuando vimos a los soldados en el puesto de control con emblemas ucranianos en los brazos”, contó Olena, quien cargaba a su pequeña hija en brazos. “Mi casa fue destruida, la vi en fotos. Nuestra ciudad ya no existe”, agregó.
Más ayuda de Occidente
Las conversaciones de paz entre autoridades ucranianas y rusas continuaron el viernes por video, aunque el Kremlin avisó que un ataque ucraniano con helicóptero contra un depósito de combustible en la localidad rusa de Belgorod afectaría las negociaciones.
Kiev se negó a reivindicar ese ataque. Consultado por la red estadounidense Fox News, Zelenski dijo: “Lo siento, no discuto ninguna de mis órdenes como comandante en jefe”. Según el ministerio británico de Defensa, el ataque en Belgorod y los informes de explosiones en depósitos de municiones cerca de esa ciudad agravarían los problemas rusos de abastecimiento.
Zelenski reiteró su pedido de mayor apoyo militar de las potencias occidentales. “Dennos misiles, dennos aviones”, imploró Zelenski en Fox. “¿No nos pueden dar F-18 o F-19 o lo que tengan? Dennos viejos aviones soviéticos. Eso es todo (...). Denme algo para defender a mi país”.
El Pentágono posteriormente dijo que destinaría $300 millones en “ayuda de seguridad” para fortalecer la defensa ucraniana, además de los $1.600 millones que Washington anunció desde el inicio de la ofensiva rusa. El paquete incluye sistemas de cohetes guiados por láser, drones, municiones, aparatos de visión nocturna, sistemas tácticos de comunicaciones, equipo médico y repuestos.
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Economías en picada
Rusia enfrenta sanciones occidentales que llevaron a empresas multinacionales a abandonar el país. Según analistas occidentales, la economía rusa sufrirá un derrumbe de 10% este año.
China, socio cercano de Rusia, negó ayudar a Rusia a eludir “deliberadamente” las sanciones occidentales, al día siguiente de que la Unión Europea (UE) advirtiese que cualquier apoyo de Pekín a Moscú perjudicaría sus relaciones económicas con Europa.
La economía ucraniana también sufre los efectos devastadores de la guerra: su PIB se desplomó 16% en el primer trimestre del año con respecto al último de 2021, según estimaciones del ministerio de Economía.
Tanto Rusia como Ucrania son grandes productores agrícolas y de materias primas, y su colapso está provocando un fuerte aumento de la inflación en todo el mundo.