Moscú. Andrei Chevchik, el alcalde instalado por Moscú en Energodar, en el sur de Ucrania, resultó herido este domingo en una explosión, anunciaron un responsable ucraniano y agencias noticiosas rusas. Este hombre asumió el cargo de jerarca local después de que las tropas rusas tomaron la ciudad y la central nuclear de Zaporiyia, situada en su territorio.
“Tenemos la confirmación precisa de que en la explosión fue herido Chevchik, el autoproclamado jefe de la ‘administración popular’, y sus guardaespaldas”, anunció Dmytro Orlov, alcalde electo de Energodar, en Telegram.
Agregó que fueron trasladados al hospital “con heridas de diversa gravedad”, pero las circunstancias de la explosión no estaban claras. Asimismo, indicó que no hubo más heridos en la explosión.
Atribuyendo la información a una fuente de los servicios de emergencia, la agencia rusa RIA Novosti señaló que Chevchik se encontraba en cuidados intensivos. Por su parte, la agencia rusa TASS, que citó una fuente de las fuerzas del orden, aseguró que el incidente fue causado por un “aparato explosivo casero”.
Energodar, ciudad de unos 50.000 habitantes, fue construida en los años de 1970 alrededor de la central nuclear, situada al sur del río Dnipr, frente a la ciudad de Zaporiyia, bajo control de Ucrania.
La planta fue el escenario de enfrentamientos los primeros días del conflicto, haciendo temer una catástrofe nuclear en un país cuya historia está marcada por la explosión del reactor nuclear de Chernóbil en 1986.
Abiertos a negociar
Por otra parte, este mismo domingo, el negociador ruso Vladimir Medinsky aseguró que Rusia está dispuesta a retomar los diálogos de paz con Ucrania, justificando que se habían suspendido a causa de Kiev. “Por nuestra parte, estamos dispuestos a continuar el diálogo”, afirmó Medinski, consejero del Kremlin encargado de las negociaciones con Ucrania, en una entrevista con la televisión bielorrusa.
“El congelamiento de las conversaciones fue completamente una iniciativa de Ucrania”, añadió, considerando que “la pelota estaba en el tejado” de Kiev. “Rusia nunca ha rechazado las negociaciones”, sostuvo.
Después de que las fuerzas rusas entraran en Ucrania el 24 de febrero, se organizaron rondas de conversaciones entre ambos países. Los ministros de Relaciones Exteriores ruso y ucraniano se reunieron en marzo en Turquía y las delegaciones se encontraron en Estambul, pero sin éxito.
El negociador ucraniano, Mijailo Podoliak, declaró el martes pasado que los diálogos se habían “suspendido”, en tanto Rusia recentró su “operación especial” en el este de Ucrania.
Bombardeo al este de Ucrania
En medio de esas circunstancias, Rusia siguió bombardeando el este de Ucrania este domingo y su presidente, Volodímir Zelenski, se apresta a intervenir el lunes ante las élites políticas y económicas mundiales reunidas en Davos, en una contraofensiva diplomática.
Tras fracasar en su intento de tomar el control de la capital ucraniana, Kiev, las tropas rusas concentran ahora sus esfuerzos en el este de Ucrania, donde los combates no dan tregua.En ese contexto, el parlamento ucraniano aprobó prorrogar la ley marcial y la movilización general hasta el 23 de agosto.
Según la presidencia ucraniana, los bombardeos rusos alcanzaron la noche del sábado las ciudades de Mykolaiv, Járkov y Zaporiyia. La víspera, siete civiles murieron y 10 resultaron heridos en la región de Donetsk, y en la región de Lugansk murió una persona y dos resultaron heridas, todos en bombardeos, según sus gobernadores.
“Los rusos están volcando todos sus esfuerzos para conquistar Severodonetsk”, dijo el gobernador de la región de Lugansk, Sergei Gaidai. Esta ciudad es estratégica para conquistar la región, que junto con Donetsk conforma el Donbás.
“La ciudad está siendo destruida, como antes destruyeron Rubizhne y Popasna”, denunció Gaidai el sábado.
El estado mayor ucraniano señaló el domingo en su informe diario que el ejército ruso continuaba sus ataques con misiles y medios aéreos en todo el territorio e, incluso, “aumentó la intensidad utilizando la fuerza aérea para destruir infraestructuras cruciales”.
Según el presidente Zelenski, la guerra “será sangrienta, habrá combates, pero terminará definitivamente por la vía diplomática”.